Fueron utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial tanto por unidades de rescate alemanas como británicas
Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto la RAF como la Luftwaffe perdieron una gran cantidad de pilotos en el mar. Los británicos utilizaron un par de botes de alta velocidad que patrullaban el Canal de la Mancha y recogieron pilotos caídos antes de que los elementos los superaran.
Los alemanes utilizaron los aviones flotantes Heinkel He 59 que podían aterrizar en el agua, además de barcos. El servicio de rescate marítimo alemán, o Seenotdienst, tuvo más éxito que el esfuerzo aliado. Tenían bases a lo largo de la costa de Dinamarca, Noruega, Países Bajos y Francia, cubriendo gran parte del Mar del Norte y el Mar Báltico. También solicitaron la ayuda de sociedades de rescate locales para aumentar su alcance.