Nuevo estudio encuentra una conexión entre la capacidad de una persona para oler pescado podrido y un gen llamado TAAR5
Hay dos tipos de personas en el mundo: las que pueden oler el pescado podrido y las que tienen la suerte de no hacerlo. Un nuevo estudio publicado el pasado jueves en Current Biology muestra cómo una rara mutación genética hace que algunas personas sean inmunes al nauseabundo aroma del pescado podrido, informa Nature News.
Aproximadamente 11.000 personas participaron en el estudio proporcionando muestras de ADN y poniendo sus narices a prueba. Cuando se les presentó cada uno de los seis olores, cada participante inhaló y trató de identificarlo. Para muchas personas, el olor a pescado podrido era fácil de identificar e increíblemente desagradable, pero un pequeño grupo etiquetó el olor como algo neutro.