Peces pueden distinguir a los buceadores humanos según su vestimenta

buceador observado por un pez
Uno de los autores del estudio, Maëlan Tomasek, con un pez. Los científicos descubrieron que los peces salvajes empiezan a seguir a los humanos en busca de comida y pueden reconocer a los buceadores individuales en función de la ropa que llevan. Crédito: Maëlan Tomasek / Max Planck Institute of Animal Behavior

Doradas del Mediterráneo aprendieron a identificar a los investigadores que las alimentaban

Mientras buceaban en el mar Mediterráneo, un equipo de científicos observó algo curioso: cada temporada de campo, los seguían grupos de peces locales llamados pargos o doradas, robando comida destinada para recompensar a otros peces en sus experimentos.

Las doradas parecían reconocer a los buceadores e incluso parecían saber qué individuos humanos tenían más probabilidades de llevar comida. Ni siquiera los buceadores con cebo consiguieron despistarlas. Para los científicos, el grupo de doradas era "realmente muy molesto", como explica Maëlan Tomasek, investigador del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, a Tom Whipple del Times de Londres.

Entonces el equipo diseñó otro estudio con las doradas como "voluntarias dispuestas que podían ir y venir cuando quisieran", como dice en un comunicado Katinka Soller, del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, coautora principal del estudio junto con Tomasek.

En el primer experimento, Soller pasó 12 días entrenando obladas (Oblada melanurus) y pargos chopa (Spondyliosoma cantharus) para que la siguieran. Al principio, llevaba un chaleco rojo brillante y alimentaba a los peces mientras nadaba unos 50 metros. Pero en repetidos intentos, gradualmente pasó a usar un equipo de buceo más sencillo y solo alimentó a las doradas que la siguieron durante todo el recorrido.

"Una vez que entré al agua, fue cuestión de segundos antes de que las viera nadar hacia mí, aparentemente saliendo de la nada", dice Soller en el comunicado. El mismo pez se le unía repetidamente y ella los reconocía. "Estaba Bernie con dos brillantes escamas plateadas en el lomo y Alfie que tenía un mordisco en la aleta de la cola".

dorada Bernie

Imagen: Bernie fue sólo uno de las muchos doradas que participaron regularmente en los ensayos y que los científicos pudieron reconocer individualmente. Crédito: Behavioural Evolution Lab / MPI-AB

Pero en la segunda fase del experimento, el equipo quería averiguar si las doradas también la reconocían. Para comprobarlo, Tomasek se unió a Soller en el agua, vistiendo un traje de otro color. El primer día, los peces siguieron a Tomasek y a Soller por igual, pero poco a poco se dieron cuenta de que Tomasek nunca los alimentaba y cada vez más peces empezaron a seguir a Soller.

Para confirmar que los peces realmente estaban aprendiendo a reconocer a cada buceador, los científicos redujeron su enfoque a seis individuos. Descubrieron que, con el tiempo, cuatro de ellos mejoraron su capacidad para elegir a qué buceador seguir.

atuendos de buzos

Imagen: Buzos con diferentes equipos (izquierda) y equipos idénticos (derecha). Crédito: Behavioural Evolution Lab / MPI-AB

"Es un resultado interesante porque demuestra que los peces no seguían a Katinka [Soller] simplemente por costumbre o porque había otros peces allí", afirma Tomasek en el comunicado. "Estaban atentos a ambos buceadores, probando a cada uno y descubriendo que Katinka producía la recompensa al final del nado".

Sin embargo, cuando los buzos llevaban el mismo equipo, los peces no parecían capaces de distinguirlos. Los investigadores afirman que esto es una prueba de que los peces utilizaban señales visuales, como el color de los trajes de neopreno y las aletas, para diferenciar a los científicos. "Simplemente utilizan mecanismos simples que usan todos los días en sus vidas y los adaptan para [reconocer] a los humanos", explica Tomasek a Nicola Davis en The Guardian.

El autor principal Alex Jordan, también investigador del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, dice en el comunicado que los humanos subestiman las habilidades de los peces, basándose en los hallazgos del equipo. "Esto demuestra que tenemos ideas muy erróneas sobre la cognición de los peces", añade Tomasek al Times. "Siempre pensamos que son tontos".

Tomasek espera que el estudio pueda hacer que los humanos reconsideren la forma en que tratan a los peces. "Es muy humano no querer preocuparse por ellos, pero el hecho de que ellos puedan preocuparse por nosotros hace que tal vez sea hora de que nosotros también podamos preocuparnos por ellos", le dice a The Guardian.

El estudio se ha publicado el miércoles en la revista Biology Letters: Wild fish use visual cues to recognize individual divers

Etiquetas: PezReconocerBuzoVestimenta

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