El L'Astrolabe debería llegar a la estación de investigación Dumont d'Urville
El rompehielos francés L'Astrolabe estaba listo para entregar suministros y un nuevo lote de exploradores a la estación de investigación Dumont d'Urville al sur de Australia, pero el 15 de noviembre el Instituto Polar de Francia anunció que había sido dañada la hélice del barco.
"En el hielo no hay que arriesgarse con la seguridad de los pasajeros y de la tripulación", dijo esta semana a ABC News Australia la capitana Celine Tuccelli.
Un total de 42 investigadores ha quedado varados, posiblemente durante semanas, en una situación que el líder de la misión de Francia en Dumont d'Urville, Alain Quivoron, dijo a ABC que era "frustrante".
"La mayoría de los miembros más jóvenes de la misión hubieran estado felices de quedarse más tiempo, pero los mayores encuentran la situación inconveniente y hubieran preferido regresar con sus familias", dijo Quivoron.
Afortunadamente, Australia va a acudir al rescate.
La semana pasada, el gobierno australiano se comprometió a enviar un rompehielos a Dumont d'Urville y otra base de investigación italo-francesa en Concordia. El Aurora Australis llegará a Hobart, Tasmania, a finales de mes y luego avanzará hacia el sur a principios de diciembre para llevar a los cansados exploradores a casa.
L'Astrolabe, el barco averiado, tiene poco más de dos años, completado en 2017 para reemplazar un barco más viejo del mismo nombre.
"Existe un gran espíritu de cooperación y apoyo entre las naciones que trabajan en la Antártida y estamos muy contentos de poder ayudar a nuestros colegas franceses cuando sea necesario", dijo en un comunicado el director de la División Antártica Australiana, Kim Ellis.
No solo están retenidas las personas que querían salir de la Antártida. Los miembros de la tripulación ansiosos por llegar a la remota estación de investigación también celebraron la intervención de Australia.
El meteorólogo francés François Gourand celebró la noticia en Twitter y en su blog y expresó su alivio de que el viaje continuaría a pesar del incidente.
El director del Instituto Polar francés, Jerome Chappellaz, elogió la decisión y señaló que sin la intervención, "mantener nuestras estaciones de investigación en funcionamiento y realizar investigaciones científicas habría sido extremadamente difícil".