
Plomo del fondo del mar es utilizado por físicos de partículas
Las partículas radiactivas errantes de los materiales cotidianos son un importante obstáculo para los experimentos
En 2017, Chamkaur Ghag, físico del University College London, recibió un correo electrónico de un colega en España con una tentadora oferta. El año anterior, un profesor emérito de la Universidad de Princeton, Frank Calaprice, se enteró de viejos barcos españoles que se habían hundido en la costa de Nueva Jersey hace 400 o 500 años, mientras transportaban una carga de plomo.
Calaprice obtuvo algunas muestras de este plomo y las envió a España, donde un laboratorio subterráneo en los Pirineos comprobó su radioactividad. Era baja: justo lo que esperaba Aldo Ianni, el entonces director del Laboratorio Subterráneo de Canfranc. Ahora ese plomo hundido se ofrecía a cualquier laboratorio de física dispuesto a pagar 20 euros por kilogramo, un precio bastante alto.















