El Nuestra Señora de las Maravillas se hundió frente a la costa de las Bahamas
En 1656, un galeón español de 891 toneladas recibió el encargo de transportar riquezas reales a través del Atlántico. El Nuestra Señora de las Maravillas estaba cargado con más oro de lo habitual, ya que había tomado el precioso cargamento de otro barco lleno de tesoros que se había hundido dos años antes.