Un equipo de investigación internacional ha recreado cuidadosamente lo que sucedió
Los periódicos publican regularmente historias de terroríficos ataques de tiburones, pero en un artículo publicado ayer, investigadores dirigidos por Oxford revelan el descubrimiento de una víctima de hace 3.000 años atacada por un tiburón en el mar interior de Seto en el archipiélago japonés.
La investigación muestra que este cuerpo es la evidencia directa más temprana de un ataque de tiburón a un humano y un equipo de investigación internacional ha recreado cuidadosamente lo que sucedió, utilizando una combinación de ciencia arqueológica y técnicas forenses.