El Nuestra Señora de las Maravillas se hundió frente a la costa de las Bahamas
En 1656, un galeón español de 891 toneladas recibió el encargo de transportar riquezas reales a través del Atlántico. El Nuestra Señora de las Maravillas estaba cargado con más oro de lo habitual, ya que había tomado el precioso cargamento de otro barco lleno de tesoros que se había hundido dos años antes.
Desafortunadamente, la enorme embarcación chocó con otro miembro de su flota y luego golpeó un arrecife de coral en las cálidas aguas de las Bahamas y se hundió hasta el fondo del océano. Se llevó su tesoro consigo.
Una reciente expedición de Allen Exploration, en asociación con buzos e investigadores locales, ha sacado a la superficie parte de este glorioso tesoro.
Bajo el agua durante más de 350 años, el barco ha sido objeto de expediciones de salvamento durante siglos. Se han recuperado millones de objetos. Sin embargo, esta reciente expedición no solo buscaba un tesoro, sino también una idea de cómo se encontró el barco con su tumba acuática.
Con tecnología de detección remota como sonar y magnetómetros, los exploradores descubrieron un rastro de escombros que se extendía alrededor de ocho millas de fondo oceánico. Estos escombros ilustraron el naufragio del barco en sus horas finales.
Entre los hallazgos realizados por el equipo se encuentran botellas de vino de vidrio, una empuñadura de espada de plata y otros objetos indicativos de la vida en un barco de guerra en el siglo XVII. Aún más espectacular fue el tesoro: una cadena de filigrana de oro de casi seis pies de largo (casi dos metros), piedras preciosas en bruto y varios colgantes enjoyados que alguna vez pertenecieron a los caballeros de la Orden de Santiago.
Imagen: Una botella de vino de cristal encontrada en el naufragio. (Foto: Museo Marítimo de Bahamas)
Un colgante contiene una impresionante esmeralda colombiana verde engarzada en oro, rodeada de otras 12 esmeraldas. Puede representar a los 12 apóstoles agrupados en torno al motivo central, la cruz de Santiago.
Imagen: Cruz colgante de esmeraldas, perteneciente a un caballero de la Orden de Santiago, con una cruz de Santiago en el centro. (Foto: Museo Marítimo de Bahamas)
"Cuando recogimos el colgante ovalado de esmeraldas y oro, se me cortó la respiración", dijo Carl Allen, fundador de Allen Exploration. "Cómo sobrevivieron estos pequeños colgantes en estas difíciles aguas y cómo logramos encontrarlos, es el milagro de las Maravillas".
Ciertamente, el barco hace honor a su nombre como un tesoro de maravillas. Las joyas y otros objetos se exhibirán en el nuevo Museo Marítimo de Bahamas, mientras los investigadores continúan investigando qué otras maravillas podrían contener los restos del naufragio.