Las movían con una pequeña cuerda y sorprendentemente poca gente
Durante años, los investigadores se han preguntado cómo los antiguos habitantes de Rapa Nui lograron lo aparentemente imposible y trasladaron sus icónicas estatuas moai.
Utilizando una combinación de física, modelado 3D y experimentos sobre el terreno, un equipo que incluye profesores de la Universidad de Binghamton, Universidad Estatal de Nueva York, ha confirmado que las estatuas realmente caminaban, con una pequeña cuerda y sorprendentemente poca gente.
Tras estudiar casi 1.000 estatuas moái, Carl Lipo, profesor de Antropología de la Universidad de Binghamton, y Terry Hunt, de la Universidad de Arizona, descubrieron que los habitantes de Rapa Nui probablemente usaban cuerdas para transportar las estatuas gigantes en zigzag por caminos cuidadosamente diseñados.
Lipo y sus colegas habían demostrado previamente a través de evidencia experimental que las grandes estatuas "caminaban" desde su cantera hasta las plataformas ceremoniales utilizando un movimiento vertical y oscilante, desafiando la teoría de que las estatuas eran movidas boca abajo sobre dispositivos de madera.
"Una vez que lo pones en movimiento, no es nada difícil: se tira con un solo brazo. Conserva energía y se mueve muy rápido", dijo Lipo. "Lo difícil es conseguir que se mueva desde el principio. La pregunta es, si es realmente grande, ¿Qué se necesitaría? ¿Son los resultados que observamos experimentalmente consistentes con lo que esperaríamos desde una perspectiva física?"
Imagen: Este diagrama ilustra la técnica de "caminar", mediante la cual los moáis se desplazaban por caminos preparados mediante tirones laterales alternados de cuerdas, manteniendo una inclinación hacia adelante de 5 a 15° respecto a la vertical. Crédito: Carl Lipo.
Para explorar cómo podría moverse una estatua más grande, el equipo de Lipo creó modelos 3D de alta resolución de los moai e identificó características de diseño distintivas (bases anchas en forma de D y una inclinación hacia adelante) que harían que fuera más probable que se movieran en un movimiento de balanceo y en zigzag.
Para poner a prueba su teoría, el equipo construyó una réplica de moai de 4,35 toneladas con su característico diseño inclinado hacia adelante. Con tan solo 18 personas, el equipo logró transportar el moai 100 metros en tan solo 40 minutos, una notable mejora respecto a los intentos previos de transporte vertical.
"La física tiene sentido", dijo Lipo. "Lo que vimos experimentalmente funciona. Y a medida que crece, sigue funcionando. Todos los atributos que observamos sobre el movimiento de objetos gigantescos se vuelven cada vez más consistentes a medida que crecen, porque se convierte en la única forma de moverlos".
Esta teoría se sustenta en los caminos de Rapa Nui. Con 4,5 metros de ancho y una sección transversal cóncava, estos caminos eran ideales para estabilizar las estatuas a medida que avanzaban.
Imagen: Ejemplo de un moái de camino que se derrumbó y fue abandonado tras intentar reconstruirlo excavando bajo su base, dejándolo parcialmente enterrado en un ángulo. Crédito: Carl Lipo.
"Cada vez que movían una estatua, parece que estabán construyendo un camino. El camino es parte del movimiento de la estatua", dijo Lipo. "De hecho, los vemos superpuestos, y con muchas versiones paralelas. Probablemente estén abriendo un camino, moviéndolo, abriendo otro, despejándolo aún más y moviéndolo correctamente en ciertas secuencias. Así que pasan mucho tiempo en la parte del camino".
Lipo afirmó que actualmente no hay otra explicación para el traslado de los moáis. El reto para quienes no lo hayan hecho es demostrar que están equivocados.
"Encuentren alguna evidencia que demuestre que no podía caminar. Porque nada de lo que hemos visto lo refuta", dijo Lipo. "De hecho, todo lo que vemos y en lo que pensamos refuerza el argumento".
Imagen: Hipótesis de transporte de las estatúas moai. Journal of Archaeological Science (2025). DOI: 10.1016/j.jas.2025.106383
Lipo afirmó que Rapa Nui es conocida por sus descabelladas teorías sin ningún respaldo empírico. Esta investigación es un ejemplo de cómo poner a prueba una teoría.
"Se han inventado todo tipo de historias sobre cosas plausibles o posibles, pero nunca se han puesto a evaluar la evidencia para demostrar que, de hecho, se puede aprender sobre el pasado y explicar el registro que se ve de maneras completamente científicas", dijo Lipo. "Uno de los pasos es simplemente decir: 'Miren, podemos construir una respuesta aquí'".
Lipo dijo que la investigación también honra al pueblo de Rapa Nui, que logró una monumental hazaña de ingeniería con limitados recursos.
"Esto demuestra que el pueblo Rapa Nui fue increíblemente inteligente. Lo resolvieron", dijo Lipo. "Lo están haciendo de una manera que se ajusta a los recursos que tienen. Así que realmente honra a ese pueblo, diciendo: 'Miren lo que lograron, y tenemos mucho que aprender de ellos en estos principios'".
El artículo se publicó en la revista Journal of Archaeological Science: The walking moai hypothesis: Archaeological evidence, experimental validation, and response to critics
