¿Por qué España está tratando de catalogar todos sus naufragios históricos?
Una inmersión profunda en los archivos revela cientos de viajes olvidados
Durante cuatro siglos el prodigioso poder naval de España construyó un imperio que se extendió por todo el mundo. Pero no todos los viajes militares o mercantiles terminaron bien.
En el primer análisis de este tipo realizado por una antigua potencia colonial, el Ministerio de Cultura de España ha identificado 681 naufragios en el Caribe y en la costa sur atlántica de los Estados Unidos. Se remontan desde 1492, cuando la Santa María de Cristóbal Colón golpeó un banco de arena cerca de la actual Haití, hasta 1898, cuando la Marina de los Estados Unidos hundió el Plutón frente a las costas de Cuba durante la Guerra Hispanoamericana.
Carlos León Amores, un arqueólogo, dirigió un equipo de investigación que pasó cinco años revisando los archivos españoles para identificar los buques perdidos, de los cuales menos de una cuarta parte han sido ubicados con precisión. Más del 90 por ciento se hundió durante tormentas; solo alrededor del 2 por ciento fueron hundidos por piratas o armadas rivales. Más de 50.000 personas perecieron, algunas de ellas esclavizaron a los africanos.
Los barcos transportaban diversas cargas, desde alimentos y armas hasta objetos religiosos, pero son los resplandecientes productos de las colonias del Nuevo Mundo de España los que han atraído el interés de historiadores y buscadores de fortuna. La lista no publicada del gobierno se llama "el mapa del tesoro más grande del mundo", los especialistas prefieren denominarlo mapa del patrimonio cultural sumergido. Pero León Amores advierte que España en realidad está tratando de obstaculizar a los cazadores de tesoros al reclamar su "patrimonio cultural subacuático".
No es el primer disparo oficial en la proa. En 2012 España ganó una demanda contra una empresa de salvamento estadounidense, que se vio obligada a devolver 17 toneladas de monedas de oro y plata descubiertas en los restos de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida por los británicos cerca de Portugal en 1804.
Las autoridades españolas están actualmente envueltas en una disputa con el gobierno colombiano y otra empresa estadounidense sobre el naufragio de 1708 del galeón San José, que transportaba oro, plata y esmeraldas que podrían valer miles de millones.
Todavía quedan por rastrear los naufragios del Pacífico, el Atlántico Sur o Filipinas para tener una idea más aproximada del volumen del transporte marítimo español entre los siglos XV y XIX y de la cantidad exacta de barcos que se perdieron.
Aún así, el valor de los restos de siglos de antigüedad es más que monetario. Cada barco que se hundió entre el Viejo Mundo y el Nuevo es evidencia de los comienzos de la globalización. El verdadero tesoro es una mejor comprensión de esta poderosa fuerza económica que continúa dando forma al mundo de hoy.