Estuvo vagando sin tripulación por el Océano Ártico al menos durante 38 años
Los barcos no están destinados a hundirse, pero a veces hay que preguntarse qué milagrosas fuerzas mantuvieron a flote un barco. El SS Baychimo era uno de esos barcos. Durante casi cuatro décadas después de su abandono, este carguero de 1.300 toneladas navegó por el Ártico sin combustible ni tripulación, hasta que desapareció hace poco más de cincuenta años, pero algunos creen que todavía está a la deriva entre los helados icebergs.
El SS Baychimo fue botado en 1914, originalmente como Ångermanelfven, en honor de uno de los ríos más largos de Suecia, el Ångerman. Fue diseñado y construido por los constructores navales suecos Lindholmens para una empresa alemana con sede en Hamburgo. El buque tenía un casco de acero de 70 metros de largo y estaba propulsado por una máquina de vapor de triple expansión. También estaba equipado con aparejos de goleta.