A principios del siglo XX operaron numerosas naves de juego en la costa de EE.UU.
Un barco de juego era una barcaza u otro gran barco utilizado para albergar un casino y, a menudo, otros lugares de entretenimiento. Bajo el viejo límite de tres millas naúticas de aguas territoriales, estaban anclados usualmente a poco más de tres millas náuticas de la costa de los Estados Unidos para evitar la interferencia gubernamental. El crimen organizado estaba involucrado frecuentemente en su funcionamiento.