21 pasajeros y tres tripulantes siguen desaparecidos
La amenaza de hundimiento del buque también preocupa por un posible desastre ambiental con las 2.400 toneladas de combustible en el barco
Los equipos de rescate están tratando de asegurar el Costa Concordia a las rocas con cables pesados porque el crucero se desliza a una velocidad de 1,5 cm por hora.
Los guardacostas temen grandes olas según el pronóstico para las próximas 36 horas que podrían empujar a la nave de su lugar y de enviarla al fondo del mar.
Los movimientos de la nave están siendo cuidadosamente monitoreados - y han detenido otra vez los intentos de los buceadores para encontrar los 21 pasajeros que siguen desaparecidos.
La búsqueda fue suspendida a medianoche, cuando la tecnología láser detectó que el barco se movía poniendo en riesgo los equipos de búsqueda.
Las autoridades dijeron anteriormente que era demasiado peligroso para los buzos entrar en el barco y que la búsqueda sólo se reanudará cuando se considera segura.
El portavoz de guardacostas italianos, el comandante Cosimo Nicastro, ha dicho que la estabilidad del buque será juzgada para reanudar la búsqueda con la primera luz.
La amenaza de hundimiento del buque también ha expresado su preocupación adicional de un desastre ambiental con las 2.400 toneladas de combustible en el barco y se espera que contaminen esta reserva marina del Mediterráneo.
Mientras los equipos han usado cables de alta resistencia para asegurar al Costa Concordia a las rocas en la isla de Giglio, un robot de vigilancia con cámara a control remoto ha sido enviado a la nave para continuar los trabajos de encontrar cualquier rastro de vida.
El movimiento viene después de que la nave afectada se deslizó inicialmente alrededor de 5 pies (1,5 m) más profundo en el mar el miércoles.
También sigue a la publicación del video que muestran las tareas de rescate recorriendo el crucero de lujo de 290 metros de largo para los que siguen desaparecidos - y las imágenes de los últimos momentos de pánico a bordo del buque.
Ha aparecido también una nueva grabación de audio que revela que la tripulación se negó inicialmente a las ofertas de ayuda.
Una llamada grabada desde el barco a la costa, que tuvo lugar 30 minutos después de que el casco golpease contra una roca, mostró cómo oficiales de alto rango a bordo fueron lentos en actuar y en un principio negaron que hubiera nada realmente mal.
Un miembro de la tripulación fue grabado diciendo a los guardacostas que el barco había sufrido un apagón y dijo que no había emergencia a bordo.
Para entonces, muchos de los 4.200 pasajeros y la tripulación habían llamado a sus familiares en sus teléfonos móviles para pedirles que alertar a la policía, que a su vez pidió a la guardia costera comprobar el estado de la nave.
Al menos 11 personas murieron cuando el crucero de 290 metros de largo encalló cerca de la isla de Giglio frente a la costa de Toscana. Veintiún pasajeros y tres tripulantes siguen desaparecidos una semana después de la tragedia.
Los pasajeros han descrito el proceso de evacuación como caótico y expertos han criticado a la tripulación para no hacer que la gente subiese a los botes salvavidas con la suficiente rapidez.
El capitán del barco, Francesco Schettino, ha sido puesto bajo arresto domiciliario mientras se enfrenta a una investigación por sospecha de homicidio y abandono del crucero mientras los pasajeros estaban a bordo.
Ha sido acusado de causar el accidente por acercarse demasiado a la orilla para que pudiera "hacer un homenaje".
Los informes también han afirmado que estaba cenando con una joven mujer rubia en el momento del accidente.
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