
Estos microorganismos "respiran" dióxido de carbono e hidrógeno para transformarlo en ácido acético
Los animales, las plantas y muchos otros organismos vivos inhalan oxígeno para "quemar" (técnicamente: oxidar) compuestos como el azúcar y convertirlos en CO2 y agua, un proceso durante el cual se produce la molécula ATP, rica en energía. Las células necesitan ATP para impulsar reacciones vitales.
Sin embargo, en los inicios de la existencia de nuestro planeta, la atmósfera terrestre aún no contenía oxígeno. Sin embargo, estudios sobre antiguas bacterias que todavía hoy se encuentran en ecosistemas sin oxígeno, por ejemplo en fuentes termales en el fondo del océano, sugieren que incluso entonces podría haber existido una forma especial de respiración.