Muchos organismos vivos son capaces de regenerar tejido dañado o perdido, pero no se comprende del todo por qué algunos son particularmente buenos en esto y otros no.
Los biólogos moleculares Alexander Stockinger, Leonie Adelmann y Florian Raible del Laboratorio Max Perutz de la Universidad de Viena han hecho una importante contribución para aclarar esta cuestión en un nuevo estudio.
Demasiado de algo bueno no es bueno en absoluto. Los organismos vivos disfrutan de la luz solar (de hecho, la necesitan para mantenerse vivos), pero tienden a evitar la luz demasiado brillante. Los animales van a su refugio, los humanos duermen la siesta, incluso las plantas tienen mecanismos para evitar una sobredosis de luz.
Pero, ¿Cómo se las arreglan los organismos unicelulares inmóviles con una luz demasiado intensa? Investigadores de la Universidad de Ámsterdam han descubierto una sorprendente respuesta.
Hace miles de millones de años, la Tierra albergaba ambientes extremos, incluida una intensa radiación ultravioleta, frecuentes erupciones volcánicas y concentraciones muy altas de dióxido de carbono en la atmósfera. Sin embargo, en estas condiciones se formaron biopelículas y, dentro de estas densas y viscosas condiciones, sucedieron cosas emocionantes.
El romance es un asunto complejo en los humanos. Hay personalidad, apariencia, seducción, todo tipo de señales físicas y sociales. Los mosquitos son mucho más directos. El apareamiento ocurre en el aire durante unos segundos. Y todo lo que se necesita para cortejar a un macho es el sonido de las alas de una hembra.
Imagina la sorpresa de los investigadores cuando un solo cambio mató por completo la libido de los mosquitos (Aedes aegypti).
Un equipo de investigación germano-estadounidense ha descubierto dos especies bacterianas muy inusuales en el tejido de dos corales de aguas profundas del Golfo de México. Estos simbiontes de coral hasta ahora desconocidos tienen un genoma extremadamente reducido y carecen de la capacidad de obtener energía de los carbohidratos.
Mientras el krill antártico enfrenta desafíos sin precedentes en el Océano Austral, se ha lanzado un nuevo proyecto para comprender mejor a estos importantes invertebrados.
La subida de las temperaturas pone en peligro el futuro del krill antártico.
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