Biología

pez cebra

Pueden usar información visual para crear mapas tridimensionales de su entorno físico

Un nuevo estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard sugiere que los cerebros del aparentemente simple pez cebra son más sofisticados de lo que se pensaba.

Los investigadores descubrieron que las larvas de pez cebra pueden usar información visual para crear mapas tridimensionales de su entorno físico, una hazaña que los científicos no creían que fuera posible.

Embriones de calamar

Para construirlos utilizan los mismos mecanismos que los vertebrados

Los cefalópodos, que incluyen pulpos, calamares y sus primos sepias, son capaces de algunos comportamientos verdaderamente carismáticos. Pueden procesar información rápidamente para transformar su forma, color e incluso textura, mezclándose con su entorno.

También pueden comunicarse, mostrar signos de aprendizaje espacial y usar herramientas para resolver problemas. Son tan inteligentes que incluso pueden aburrirse.

cachorrito del Agujero del Diablo

Son idénticos el 58% de los genomas de ocho individuos analizados

Confinados en una sola profunda cueva de piedra caliza en el desierto de Mojave en Nevada, 263 de ellos viven en aguas que rondan los 34ºC durante todo el año, con recursos alimentarios tan escasos que siempre están al borde de la inanición y con niveles de oxígeno tan bajos que la mayoría de los otros peces morirían inmediatamente.

microbios del océano

Consumen los restos disueltos de otros microbios muertos

Uno de los organismos más pequeños y poderosos del planeta es una bacteria parecida a una planta conocida por los biólogos marinos como Prochlorococcus. El microbio teñido de verde mide menos de una micra de ancho, y sus poblaciones se esparcen a través de las capas superiores del océano, donde una sola cucharadita de agua de mar puede contener millones de pequeños organismos.

Peces nadando

Los peces toman señales de movimiento visual desde abajo

Así como tu puedes mirar hacia abajo a la acera mientras caminas, los peces miran hacia abajo cuando nadan, según ha confirmado un nuevo estudio realizado por una colaboración internacional dirigida por la Universidad Northwestern.

El estudio es el primero en combinar simulaciones del cerebro del pez cebra, el entorno nativo y el comportamiento de natación que varía espacialmente en un modelo computacional. Al analizar este modelo, los investigadores concluyeron que esta peculiaridad (mirar hacia abajo mientras se nada hacia adelante) es un comportamiento adaptativo que evolucionó para ayudar a los peces a autoestabilizarse, como cuando nadan contra una corriente.

Scrippsiella acuminata

Impacto de un parásito eucariota marino en su anfitrión mientras la víctima aún está viva

Es un cuento tan antiguo como el tiempo. Un parásito se alimenta de otra especie, toma lo que necesita y finalmente deja a su paso un cadáver del organismo hospedador.

Uno podría pensar que en el mundo de las microalgas esto ni siquiera ocurre, o que los parásitos se dan allí un festín con un organismo unicelular completo porque no parece una comida muy grande. Pero, por desgracia, ese no es necesariamente el caso.

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