Los reflectores Eyeshine reflejan parte de la luz antes de que entre en los ojos
Un equipo de investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, la Universidad de Cambridge, el Instituto Interuniversitario de Ciencias Marinas y el Instituto Indio de Tecnología de Kanpur informa que las larvas transparentes de gambas (y muchas otras criaturas marinas) camuflan sus ojos oscuros con un material que manipula la luz para reflejar los colores en el agua circundante.
El grupo ha publicado un artículo en la revista Science que describe su análisis de primer plano de los reflectores de brillo de ojos en múltiples larvas de crustáceos. Kate Feller y Megan Porter, del Union College de Nueva York, han publicado un artículo de Perspective en el mismo número de la revista que describe el trabajo del equipo.
Muchas criaturas larvales que viven en el mar son casi completamente transparentes, lo que dificulta que los depredadores las encuentren y se las coman. Sin embargo, los ojos no pueden ser transparentes, ya que se requiere pigmento oscuro. En este nuevo esfuerzo, los científicos marinos han descubierto que las criaturas han desarrollado una solución para este problema: reflectores de brillo de ojos.
Imagen: Imágenes de microscopía óptica del ojo del camarón de adaptación a la oscuridad y la luz
Los reflectores Eyeshine, como su nombre lo indica, reflejan parte de la luz antes de que entre en los ojos. No es necesario que reflejen todo el espectro; sólo los colores que existen en el entorno circundante. Por lo tanto, si una larva de gamba vive en aguas verdosas, los tonos verdes reflectantes deberían ser suficientes para ocultar los ojos de los depredadores locales.
Para este nuevo estudio, los investigadores observaron más de cerca los reflectores de brillo de ojos de Machrobrachium rosenbergi, un tipo de camarón de agua dulce. Para conocer su composición, el grupo utilizó un microscopio electrónico de barrido y otros dispositivos ópticos para observar el reflector a nivel celular.
Imagen: Micrografías crio-SEM de una célula reflectante en un ojo de larva de M. rosenbergii.
Descubrieron que estaba compuesto en su mayoría de células altamente reflectantes que contenían un vidrio fotónico en forma de nanoesferas cristalinas de isoxantopterina. Esta disposición, señaló el equipo de investigación, hizo que los reflectores se sintonizaran hasta cierto punto. Por lo tanto, las larvas que vivían en agua azulada tenían arreglos de cristal ligeramente diferentes en las cubiertas de sus ojos que las que vivían en agua verdosa.
Referencias:
• A tunable reflector enabling crustaceans to see but not be seen
• Photonic tinkering in the open ocean