En realidad se trataba de dos criaturas abrazadas fuertemente la una a la otra
Un equipo internacional de zoólogos y especialistas en gusanos parásitos ha identificado una extraña criatura marina vista en 2018 por un fotógrafo submarino frente a la costa de Okinawa. En su proyecto el grupo obtuvo y estudió una muestra de la criatura marina.
Poco después de tomar imágenes de la criatura, el fotógrafo Ryo Minemizu las publicó en línea y preguntó si alguien sabía qué era. Ninguno de sus seguidores había visto antes algo parecido.
Intrigado, Minemizu regresó al lugar donde había visto a la criatura y la encontró, u otra similar. Capturó a la criatura del tamaño de una mariquita y la almacenó hasta que llamó la atención del equipo de investigación. Minemizu les envió la muestra y luego esperó los resultados de su investigación.
Imagen: Larvas parásitas polimórficas cooperan para construir colonias nadadoras que atraen a sus anfitriones
Imagen: La misteriosa criatura (del tamaño de un guisante) pertenece a un grupo de gusanos planos parásitos llamados trematodos digeneos, un grupo diverso de parásitos conocidos como trematodos.
El equipo de investigación, liderado por Igor Adameiko, biólogo de la Universidad de Viena, descubrió que en realidad se trataba de dos criaturas abrazadas fuertemente la una a la otra. Ambas eran tipos de cercarias: larvas de gusanos parásitos. Los investigadores denominaron a un tipo "marineros" y al otro "pasajeros", debido a los roles que desempeñaban cuando estaban unidos.
Los pasajeros eran mucho más pequeños que los marineros y los dos se abrazaban fuertemente, formando un hemisferio de cima plana.
Se apretaban entre sí con la cabeza apuntando hacia el interior de la esfera, dejando la cola expuesta y formando el exterior del hemisferio. Los marineros se agarraban a las colas de los pasajeros con sus propias colas y estiraban sus cuerpos en el agua, pareciéndose a los apéndices de la esfera.
Vídeo: Colonia nadadora de cercarias de marineros y pasajeros después de ser muestreadas en Okinawa. Crédito: Biología actual (2023). DOI: 10.1016/j.cub.2023.08.090
Un estudio más detallado del grupo de dos criaturas mostró que los marineros usaban sus cuerpos como apéndices, balanceándolos como cilios en paramecios. Y al igual que los cilios, los marineros movían sus cuerpos al unísono como medio para mover en el agua la masa combinada.
Los investigadores descubrieron que este tipo de natación normalmente lo iniciaba solo un miembro del grupo; sus acciones eran imitadas por los que estaban cerca hasta que todos colaboraban, empujando al conjunto a través del agua. Al hacerlo, el grupo colectivizado podría realizar movimientos bruscos, saltando de un punto a otro, o podría moverse de manera constante.
Los investigadores sugieren que las dos criaturas han formado un organismo colonial que se adapta a las necesidades de ambos grupos.
La investigación se ha publicado en la revista de acceso abierto Current Biology: Polymorphic parasitic larvae cooperate to build swimming colonies luring hosts