Los nematodos viven más tiempo si se desactiva la proteína MALT1
Incluso los genes y las proteínas más estudiados están todavía lejos de haber revelado todos sus secretos. Como una navaja suiza, tienen muchas funciones diferentes, a menudo desconocidas.
Un equipo de la Universidad de Lausana se centró en MALT1. Se sabe que esta proteína activa el sistema inmunológico humano cuando el cuerpo está infectado. Entonces, ¿Cómo explicamos que se encuentre una proteína prácticamente idéntica en los gusanos nematodos Caenorhabditis elegans aunque no desempeñe ningún papel directo en las rudimentarias defensas inmunes de las criaturas?
Una proteína muy antigua
Si visualizamos la evolución como un árbol, la rama de los nematodos se separó de la de los humanos hace más de 600 millones de años, incluso antes de la aparición de los animales terrestres. Dada la enorme brecha de tiempo y distancia entre las dos especies, sería razonable esperar que MALT1 haya desaparecido o haya mutado hasta un punto en el que sea apenas reconocible. En cambio, está presente prácticamente en todas partes del reino animal.
"El hecho de su conservación evolutiva nos hizo pensar que la proteína podría desempeñar funciones que aún no habíamos considerado", explica Margot Thome, profesora de la Universidad de Lausana y líder de un estudio. "Nos preguntamos si podría indicar un mecanismo muy antiguo en términos evolutivos".
Hasta ahora, solo se sabía que MALT1 tenía funciones neuronales en los nematodos, incluida la de activar ciertas neuronas para evitar la sobreexposición al oxígeno, que estresa al organismo. Pero este beneficio tiene un coste, como descubrieron los científicos de Lausana.
De hecho, en el intestino, la proteína impide la autofagia, el proceso por el cual se reciclan ciertos componentes celulares y parte esencial del correcto funcionamiento celular. Si la autofagia se ve comprometida, no sólo las células funcionan peor, sino que también se reduce la esperanza de vida de todo el organismo.
Los investigadores descubrieron que los nematodos vivían más tiempo si se desactivaba MALT1. Este efecto fue aún más pronunciado en condiciones de ingesta reducida de alimentos, donde la autofagia normalmente asegura la supervivencia celular al reciclar los componentes celulares no utilizados.
Mejor comprensión de las enfermedades neurodegenerativas
El vínculo entre la autofagia y el envejecimiento está bien documentado en humanos. A medida que avanza el envejecimiento, las mitocondrias (las "centrales eléctricas" de las células) se reciclan con menor eficacia. Este proceso de deterioro se asocia con debilidad muscular y ciertas enfermedades neurodegenerativas comunes en las personas mayores.
¿Es posible que MALT1 ralentice la autofagia y también acorte la vida útil de los humanos? Por el momento, los científicos aún tienen que estudiar la posible relación entre la proteína y la autofagia en humanos, explica Julie Vérièpe, autora principal del estudio.
"El único punto en común establecido entre los nematodos y los humanos es que la autofagia disminuye con la edad", nos dice el investigador. Ella enfatiza que es demasiado pronto para establecer una relación entre la autofagia y MALT1 en humanos, pero es una interesante vía de exploración desde una perspectiva terapéutica.
Por su parte, Thome prevé futuras investigaciones científicas, inicialmente con gusanos. Por ejemplo, sería importante descubrir qué controla la actividad de MALT1 en los gusanos nematodos C. elegans. "En los seres humanos, el mecanismo se activa cuando se detecta un patógeno y se activa el sistema inmunológico. Pero todavía no sabemos qué sucede en los gusanos".
El estudio se ha publicado en Autophagy Reports: MALT-1 shortens lifespan by inhibiting autophagy in the intestine of C. elegans