Estudio revela mecanismo de respuesta a la luz en el intestino de los erizos de mar
Muchos animales con simetría bilateral, incluidos los humanos, poseen un tracto digestivo continuo que se extiende desde la boca hasta el ano, lo que permite la digestión y absorción de alimentos mientras se expulsan los desechos. Este tipo de intestino es un reciente desarrollo evolutivo en los metazoos; su función requiere un control preciso tanto de la boca como del ano.
En un nuevo estudio los autores de la Universidad de Tsukuba en Japón utilizaron larvas de erizo de mar, que tienen un sistema digestivo simple, como modelo para investigar los mecanismos subyacentes específicos de esta regulación.
El grupo descubrió que en las larvas de erizo de mar, el píloro (entrada) y el ano (salida) se abren en respuesta a la luz. Curiosamente, cada uno reacciona a longitudes de onda diferentes, por lo que es extremadamente raro que ambos se abran simultáneamente.
Cuando uno se abre, el otro permanece cerrado, y viceversa, lo que permite que los alimentos se retengan en el tracto digestivo, para una digestión y absorción de nutrientes eficientes, y sugiere que este mecanismo probablemente evolucionó para garantizar una eficiencia digestiva óptima.
Imagen: Vista lateral de una larva de erizo de mar con el tracto digestivo iluminado. Crédito: Shunsuke Yaguchi
Los hallazgos sugieren que el control del tracto digestivo regulado por la luz puede haber contribuido al éxito de los metazoos al ayudarlos a adaptarse eficientemente a los cambios en su entorno externo.
Investigaciones futuras sobre cómo regula el sistema nervioso la apertura y el cierre de la entrada y salida del tracto digestivo proporcionarán nuevos conocimientos sobre cómo la evolución de la digestión está vinculada al desarrollo del sistema nervioso y el cerebro.
El estudio se ha publicado en Nature Communications: Light-modulated neural control of sphincter regulation in the evolution of through-gut