El macho de la Sepia plangon se disfraza durante el cortejo mitad macho, mitad hembra
Algunas sepias macho son capaces de mantener la atención de una potencial pareja disfrazándose de "drag" para engañar a los machos rivales.El ecologista del comportamiento Profesor Asociado de la Universidad de Macquarie, Culum Brown, y sus colegas, informan hoy sobre sus hallazgos en la revista Biology Letters.
"Los cefalópodos en general son muy inteligentes cuando se piensa acerca de dónde están viniendo", dice Brown, señalando que los animales están estrechamente relacionados con los caracoles. "Es alucinante".
El calamar, la sepia y el pulpo son bien conocidos por su capacidad para cambiar el color y la textura de su piel para evadir a los depredadores o para acechar a sus presas.
Pero ahora, los investigadores han encontrado un uso más sorprendente de esta habilidad.
"En este caso en realidad la están usando para engañar a su propia especie", dice Brown.
Mientras que Brown y sus colegas estaban estudiando sepias "mourning" (Sepia plangon) durante la temporada de cría descubrieron un comportamiento muy inusual en el cortejo del macho.
"Mostraba sus súper llamativos colores masculinos hacia la hembra que cortejaba, pero al mismo tiempo pretendía ser una hembra para los otros machos", dice Brown.
Él dice que durante el cortejo en el lado de su cuerpo frente a la hembra, el macho muestra un "llamativo y palpitante patrón de rayas de cebra", diseñado para atraer a las hembras.
Pero en el otro lado de su cuerpo muestra el patrón de color marrón abigarrado de una hembra, que está diseñado para el camuflaje.
"Él estaba dividido por la mitad", dice Brown.
Los investigadores encontraron que este comportamiento sólo se produjo cuando sólo había un macho compitiendo alrededor.
Esto significa que la sepia puede orientar su cuerpo de tal manera que la hembra ve exactamente la mitad de él y el macho compitiendo verá la otra mitad, dice Brown.
Mantener un perfil bajo
Las sepias tienen una vida muy corta y hay más machos que hembras lo que hace del acoplamiento un esfuerzo de alto riesgo.
"Tienen pocas oportunidades de aparearse y necesitan hacer las cosas bien", dice Brown.
Dice que si la sepia mostrase el patrón masculino cortejando todo esto atraería la atención de otros machos que podrían arruinarle su oportunidad con la hembra.
"Todos los otros machos pueden ver que ha encontrado una hembra y está haciendo su atractiva presentación y fuesen a investigar", dice Brown.
Esto significa que el disfraz femenino lo pueden adquirir antes de que el macho tenga la oportunidad de aparearse o sino tendrían que estar todo el tiempo luchando con la competencia en lugar de aparearse.
Tomando los abigarrados colores de camuflaje de la hembra en el lado que da a un macho de la competencia significa que es menos probable que atraiga la atención de otros machos.
Los beneficios de hacer trampa
A pesar que este engaño es arriesgado, porque se corre el riesgo de ser descubierto y atacado por la competencia masculina, también trae beneficios.
"A menudo les da el tiempo suficiente para mostrarse a las hembras y convencerlas de que son "sexy" para el apareamiento y que vale la pena", dice Brown.
Brown dice que los machos cortejando utilizan esta distracción ante un solo competidor masculino en el 40 por ciento de los casos.
De lo contrario, y en todas las demás situaciones, una sepia que se parece a una hembra es, de hecho, una hembra, dice.
Esto es tan así, dice Brown, porque se derrumbarían los sistemas de comunicación dentro de las especies si los mensajes transmitidos no fueran confiables en su mayor parte.
Artículo científico: It pays to cheat: tactical deception in a cephalopod social signalling system
Enlace: Macquarie University