Una mancha rosada en el cráneo deja pasar la luz a una región del cerebro que actúa como reloj biológico
Cada verano, la tortuga laúd (Dermochelys coriacea) migra miles de kilómetros de sus lugares de cría tropicales para alimentarse en aguas más frías.
Sin embargo, se ha mantenido en misterio cómo saben los animales cuándo deben comenzar su largo viaje de regreso al sur al final de la temporada.
Los nuevos hallazgos, que se han publicado en el último número de la revista Journal of Experimental Marine Biology and Ecology, sugieren que las tortugas laúd pueden ser capaces de detectar los cambios estacionales de la luz solar a través de un lugar sin pigmentación en la corona de su cabeza - conocido como la mancha rosada (en la foto).
Los investigadores llevaron a cabo un examen de las estructuras anatómicas debajo de la mancha de color rosa y encontraron que las capas de hueso y cartílago eran notablemente más delgadas que en otras áreas del cráneo. Esta delgada región del cráneo permite el paso de luz a través de ella a un área del cerebro, llamada la glándula pineal, que actúa como reloj biológico, regulando los ciclos día-noche y los patrones estacionales de comportamiento.
Los autores sugieren que la falta de pigmento en la mancha rosada y la fina región del cráneo subyacente actúan como un "tragaluz", permitiendo que las tortugas sientan los sutiles cambios en la luz del sol que acompañan los cambios de estaciones, señalándolas cuando deben viajar cuando se acerca el otoño.
Artículo científico: Pink spot, white spot: The pineal skylight of the leatherback turtle (Dermochelys coriacea Vandelli 1761) skull and its possible role in the phenology of feeding migrations