El pez aguja hocicudo puede incluso oler como el coral en su intento de evadir depredadores
Primera evidencia de que un animal que no sea un insecto camufla su olor usando productos químicos derivados de su dieta
El reino animal está lleno de increíbles ejemplos de camuflaje, con animales que se parecen a los objetos en que se encuentran en su entorno, tales como palos u hojas, o mostrando patrones de colores que les permiten integrarse en su entorno para esconderse de los depredadores o presas.
Muchos animales interactúan con el mundo a través de otros sentidos, como el olfato. Sin embargo, la mayor parte de nuestro conocimiento del camuflaje de los animales se basa en mecanismos visuales, probablemente debido a nuestra propia dependencia de la vista. ¿Pueden los animales camuflar su olor para evitar ser detectados? Ya que los depredadores a menudo utilizan olores para localizar a sus presas, incluso el camuflaje visual puede ser supérfluo si todavía huelen fuertemente como comida.
En un documento publicado por la Royal Society, un estudio revela que un pequeño pez de colores, el pez aguja hocicudo o pez lima de hocico largo (Oxymonacanthus longirostris), puede cambiar su olor para esconderse de los depredadores hambrientos. La evolución tiene una tendencia a producir contramedidas de esta manera; un animal podría emplear algún mecanismo para enmascarar o disminuir su olor, ya sea limitando el olor que produce, o alterándolo para que coincida con los olores presentes dentro de su hábitat.
Una forma en que esto podría suceder es a través de la dieta: produciendo olores químicos de los alimentos transferidos al animal que hace que sus olores estén a juego - similar a lo que ocurre si se come mucho ajo. Esto se ha demostrado en algunas orugas que viven en las plantas que también usan como alimento. Los productos químicos en las plantas, cuando se digieren, se transfieren a las orugas, lo que no las distingue de la propia planta, causando que hormigas depredadoras no puedan localizarlas. La evidencia de procesos similares en otros animales se ha mantenido escasa, lo que significa que no se sabe mucho de cómo es el "camuflaje químico".
Disfraces Subacuáticos
El pez aguja hocicudo se encuentra en los arrecifes de coral en los océanos Índico y Pacífico, incluyendo Lizard Island en el norte de la Gran Barrera de Coral, donde se llevo a cabo este trabajo.
Es muy selectivo sobre lo que come, eligiendo para morder sólo ciertos corales. También utiliza estos corales como hábitat por la noche, escondiéndose entre las ramas de coral por lo que es muy difícil de detectar. Para determinar si estos peces aguja huelen como el coral que comen, los investigadores recogieron cangrejos del coral para comprobar si estos cangrejos podrían apreciar la diferencia entre el olor del hocicudo y los corales. Estos diminutos cangrejos viven escondidos entre el coral, con cada tipo de coral que tiene sus propias especies de cangrejo.
En el estudio, los cangrejos podían distinguir entre los peces aguja que fueron alimentados con diferentes corales, prefiriendo aquellos peces que se alimentaron del coral en el que vivian los cangrejos. De hecho, el pez aguja olía tan fuertemente a coral que a veces los cangrejos fueron atraídos por el pez en lugar del mismo coral.
Oler como el coral está muy bien, pero no es de mucha utilidad si aún así terminas siendo comido. Para probar si oler como el coral reduce la capacidad de los depredadores para detectar al hocicudo en el hábitat circundante, los científicos realizaron un segundo experimento, esta vez utilizando un gran depredador, el mero del coral manchado (Cephalopholis miniata), también conocido como la cierva del coral.
Se introdujeron en un tanque mero, pez aguja y corales, con el pez aguja escondido del mero. Cuando la dieta del pez aguja coincidió con los corales en el tanque, el mero se quedó escondido en su cueva en el interior del tanque. Sin embargo, cuando la dieta del pez aguja no coincidía con los corales en el tanque, el mero estaba nervioso, lo que sugiere que olía comida. Esta implicación dice que coincidir con el olor de su hábitat podría ser una buena manera de evitar llamar la atención no deseada.
Esta es la primera evidencia de que un animal que no sea un insecto camufla su olor usando productos químicos derivados de su dieta. El siguiente paso será determinar exactamente como puede el pez aguja oler como el coral que come y queda mucho por comprender de este conjunto de procesos biológicos.
Sabemos muy poco acerca del camuflaje químico en los animales, y el estudio muestra lo importante que es para los investigadores examinar el camuflaje desde la perspectiva de los animales involucrados, en lugar de la nuestra. Los resultados también abren la posibilidad de que una amplia gama de diferentes animales también podrían disfrazarse en formas similares - en nuestras narices.
Artículo científico: You are what you eat: diet-induced chemical crypsis in a coral-feeding reef fish