El selenio es una parte esencial de ciertas enzimas y proteínas para una amplia gama de organismos
Tres de las extinciones más grandes de la Tierra pueden haber sido causadas por la pérdida de un elemento esencial
Las concentraciones de selenio, un elemento vital para muchos organismos en la base de la cadena alimenticia del océano de hoy, se redujeron sustancialmente en el agua de mar antes de tres de las grandes mortandades de la Tierra, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores analizaron los niveles de varios elementos traza en cientos de muestras de lutitas ricas en carbono que habían sido depositadas en las regiones pobres en oxígeno de los océanos que rodean antiguos continentes durante los últimos 3,5 millones de años.
Encontraron que en los intervalos de anteriores extinciones que ocurrieron en los extremos de los períodos Ordovícico, Devónico y Triásico (hace unos 443 millones, 371 millones y 201 millones de años, respectivamente), sólo diminuyó el selenio. En varios intervalos de pre-extinción, los niveles de selenio en el agua de mar se redujeron a menos del 1% de su valor moderno, informan los investigadores en un nuevo número de Gondwana Research.
El selenio es una parte esencial de ciertas enzimas y proteínas para una amplia gama de organismos, desde el fitoplancton que cosecha la luz solar en la base de la cadena alimenticia, hasta los vertebrados que dependen en última instancia de él (como el reptil marino Lariosaurus, imagen de arriba, cuyo grupo murió con muchos otros hace sobre 201 millones de años).
Así, argumentan los investigadores, una disminución importante en la disponibilidad del elemento habría tenido efectos catastróficos en los ecosistemas del océano, y por lo tanto puede haber causado, o al menos jugado un papel importante en las mortandades generalizadas.
Una diapositiva inicial en las concentraciones de selenio puede haber sido provocada por una disminución en el oxígeno del aire, lo que retrasó la erosión de ese elemento y de otras rocas en la tierra, señalan los investigadores. Entonces, el efecto pudo haber provocado una bola de nieve, con la disminución de los niveles de selenio en el agua de mar y el colapso del oxígeno atmosférico.
Otra evidencia de las rocas apoya esa idea, señalan los investigadores: Antes y durante esas mortandades masivas, los niveles atmosféricos de oxígeno, un gas que se produce en cantidades prodigiosas por el fitoplancton, también disminuyeron sustancialmente, recuperándose solamente mucho después de que se habían producido las extinciones en masa.
Artículo científico: Severe selenium depletion in the Phanerozoic oceans as a factor in three global mass extinction events