La mayoría de las células de su cuerpo son células madre
En la antigua mitología griega la Hidra era un monstruo de múltiples cabezas que desarrollaba dos cabezas más por cada una que perdía. Pero el animal en la vida real con el nombre de este mítico animal puede ser aún más sorprendente.
Un nuevo estudio revela que la hidra - larguiruchos pólipos de agua dulce - pueden vivir aparentemente para siempre, sin envejecimiento.
A diferencia de la mayoría de especies multicelulares, la hidra no muestra ningún signo de deterioro con la edad, de acuerdo con la nueva investigación, publicada el 7 de diciembre en Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Comencé mi experimento original con ganas de demostrar que la hidra no podía escapar al envejecimiento", dijo en un comunicado el investigador del estudio Daniel Martínez, biólogo del Pomona College. "Mis propios datos han demostrado que me malinterprete dos veces".
Vivir para siempre
Las hidras son un grupo de invertebrados que se parecen a pequeños tubos con tentáculos que sobresalen de un extremo. Crecen solamente cerca de 0.4 pulgadas (10 milímetros) de largo y comen animales acuáticos aún más diminutos.
Las hidras son conocidas por sus capacidades regenerativas. La mayoría de sus células del cuerpo son células madre, dijo Martínez. Estas células son capaces de una división y diferenciación continua en cualquier tipo de célula en el cuerpo. En los seres humanos, tales células "totipotentes" sólo están presentes en los primeros días del desarrollo embrionario. La hidra, por el contrario, está constantemente renovando sus cuerpos con células frescas.
En 1998, Martínez y sus colegas publicaron un estudio que describe cómo no encontraron signos de envejecimiento en hidras maduras de cuatro años. Para detectar el envejecimiento, los investigadores miran la senescencia, que se define como un aumento de la tasa de mortalidad y una disminución de la fertilidad con mayor edad. En ese estudio de 1998, los investigadores no pudieron precisar si la fertilidad de la hidra disminuyó con la edad.
La nueva investigación involucró la creación de pequeñas "islas paraíso" para 2.256 hidras. Los investigadores querían dar a los animales condiciones ideales, lo que significaba que daban a cada una un plato individual, con el agua cambiándose tres veces por semana, además de comidas frescas de artemia.
Durante ocho años, los investigadores no encontraron evidencia de senescencia en sus mimadas hidras. Las tasas de mortalidad se mantuvieron constantes en una por cada 167 hidras por año, sin importar su edad. (Los animales "más antiguos" estudiados fueron clones de hidras que habían existido durante 41 años - a pesar de que los individuos se estudiaron sólo durante ocho años, algunos eran biológicamente más viejos porque eran clones genéticos). Del mismo modo, la fecundidad se mantuvo constante para el 80 por ciento de las hidras en el tiempo. El otro 20 por ciento fluctuó arriba y abajo, probablemente a causa de las condiciones de laboratorio.
"Creo que un individuo hidra puede vivir para siempre bajo las circunstancias adecuadas", dijo Martínez.
En la naturaleza, las enfermedades, los depredadores y la contaminación del agua matan las hidras antes de que puedan alcanzar la inmortalidad. Pero los hallazgos van en contra de los antiguos modelos que suponen que todos los animales deben desaparecer con la edad, dijo Martínez. Y eso significa que el estudio de la hidra podría ayudar a los científicos a desentrañar el misterio de por qué envejecen la mayoría de los animales.
"Espero que este trabajo encienda la bombilla a otro científico para echar una mirada más profunda a la inmortalidad", dijo Martínez, "tal vez en algún otro organismo que ayude a traer más luz a los misterios del envejecimiento".
Artículo científico: Constant mortality and fertility over age in Hydra