La hidra desgarra dramáticamente su propia carne para comer
Hydra es un género de pequeños animales de agua dulce o salada que capturan y pican a sus presas usando un anillo de tentáculos. Pero antes que una hidra pueda comer tiene que rasgar su propia piel para abrir su boca (abre un agujero a través de su tejido epitelial cada vez que abre la boca). Los científicos, que informaron de este proceso el 8 de marzo en Biophysical Journal, ahora ilustran por primera vez su biomecánica y descubren que las células de una hidra se extienden, desgarrándose en una dramática deformación.
Imagínate una criatura de menos de media pulgada de largo que se parece a una columna con un anillo de tentáculos en un extremo. El otro extremo se adhiere a una roca u otra superficie, que pega a la hidra en su lugar mientras espera a que sus presas naden cerca. Cuando un animal vivo - un pequeño camarón, quizás - roza contra sus tentáculos, la hidra dispara dardos envenenados para picar y paralizar a su presa. A continuación, la hidra contrae sus tentáculos, y se divide un grupo especial de células para mostrar una boca negra que chupa la presa. Una vez que digiere la comida, la hidra desgarra de nuevo sus músculos abriendo la boca para escupir cualquier material de sobra, luego sella la abertura con una hoja continua de tejido, y espera a que pase el siguiente camarón.
El proceso básico, junto con los factores desencadenantes químicos que lo inducen, ya había sido bien caracterizado, dice la autora Eva-Maria Collins, una biofísica de la Universidad de California en San Diego, pero nadie había mirado de cerca cómo trabaja la apertura de la boca de la hydra. Collins y su equipo se inspiraron para investigar el mecanismo mientras estudiaban las capacidades de regeneración de una especie llamada Hydra vulgaris. Su laboratorio utilizó ingeniería genética con la hydra para iluminar dos capas de tejido, lo que permitió a los investigadores observar el proceso de alimentación a nivel celular del animal.
El equipo de investigación demostró que, cuando abre la boca, las células de una hidra cambian de forma en lugar de moverse. "Tratamos de entender lo que parecen ser procesos muy complicados en un animal vivo con una física relativamente simple", dice Collins. Una vez ha disparado, orienta radialmente las fibras contayendo el tejido para estirar las células separadas, similar a cómo los músculos en el iris abren nuestras pupilas. Cuando los investigadores añadieron cloruro de magnesio para actuar como un relajante muscular, las hidras no podían abrir la boca en absoluto.
"El hecho de que las células son capaces de estirarse para acomodar la apertura de la boca, que a veces es más ancha que el cuerpo, era realmente asombroso", dice Collins. "Al ver la forma de las células, parece que se deforman incluso los núcleos de las células".
La hydra parece ser especial en este caso. "Evolutivamente, ¿por qué tienen estos animales este raro mecanismo para la alimentación? Nosotros realmente no tenemos una respuesta para eso", dice Collins, "pero es una pregunta muy interesante". Su equipo está investigando qué consecuencias fisiológicas de esta forma cambiante podría tener para las células de la hydra.
Artículo científico: Dynamics of Mouth Opening in Hydra