El cáncer se comporta como un nuevo tipo de agente infeccioso
Tan malo como es el cáncer en los seres humanos, por lo menos no es contagioso. Lo mismo no puede decirse de las almejas, mejillones y otros bivalvos marinos.
De acuerdo con un nuevo estudio, publicado en línea en Nature, estas criaturas pueden sufrir una forma de cáncer similar a la leucemia que parece ser transmitido a través del agua y puede pasar no sólo entre los miembros de una especie, sino incluso entre dos distintas.
Los análisis genéticos revelaron que, incluso en diferentes mejillones (foto de arriba), las células cancerosas son mucho más similares entre sí que las células del anfitrión sanas, lo que sugiere que el cáncer no se había desarrollado originalmente en el tejido del mejillón anfitrión, sino que puede haber venido de una fuente externa.
Los berberechos revelaron una historia similar, pero mostraron evidencia de dos linajes distintos de células cancerosas que han evolucionado por separado en el tiempo.
La almeja babosa contó la historia más interesante de todas: Una vez más, diferencias entre las células anfitrión y las células cancerosas dieron la apariencia de que las células cancerosas eran de una fuente externa, pero esta vez las diferencias fueron tan pronunciadas que las células cancerosas parecían mucho más como células anfitrionas de una especie totalmente diferente de la almeja babosa (Venerupis corrugata).
El equipo llega a la conclusión de que las mutaciones del cáncer inicialmente surgieron en la V. Corrugata, pero se cruzaron de especies de Polititapes aureus en algún momento.
Para los bivalvos, por lo menos, los resultados sugieren que el cáncer se comporta como un nuevo tipo de agente infeccioso, similar en muchos aspectos a los patógenos tradicionales que evolucionan continuamente nuevos ajustes genéticos que les permiten sobrevivir y reproducirse.
También se ha descubierto este tipo de cáncer transmisible en varios mamíferos, incluyendo los demonios de Tasmania y ciertas razas de perros.
Los nuevos resultados en los bivalvos, sugieren los autores, muestran que algunos animales son más susceptibles al fenómeno, pero los seres humanos están a salvo, al menos hasta ahora.
Artículo científico: Widespread transmission of independent cancer lineages within multiple bivalve species