Estudio encuentra que tienen la "mezcla perfecta" de nutrientes para permitir que el cerebro evolucione
Comer algas puede haber proporcionado a muestros antiguos antepasados humanos los nutrientes esenciales que permitieron evolucionar hasta el Homo sapiens.
Ha permanecido en misterio cómo divergió el Homo sapiens del árbol primitivo hominoide hace millones de años, pero nutrientes como el magnesio y el zinc pueden haber proporcionado los medios necesarios para el desarrollo de un cerebro más avanzado.
Una variedad de algas puede haber tenido un gran impacto en la evolución del cerebro humano, dicen los investigadores, influyendo potencialmente en el cambio hacia el órgano que tenemos hoy.
El cerebro humano ha sufrido el desarrollo más significativo en los últimos 2,5-2 millones de años.
En un nuevo estudio, publicado en Journal of Applied Phycology, los investigadores sostienen que el consumo de algas puede haber desempeñado un importante papel.
Nuestros antepasados confiaban para sobrevivir en alimentos ricos en energía, y habrían sido necesarios los nutrientes clave para estimular el desarrollo en el cerebro.
Sin estos nutrientes, incluyendo el zinc y el magnesio, el cerebro moderno no puede funcionar.
"Los nutrientes necesarios para esta transición de un antepasado primitivo al Homo sapiens moderno estaban (y todavía están) disponibles en las algas marinas", dice el profesor Ole G. Mouritsen, de la Universidad del Sur de Dinamarca.
"Las algas se pueden encontrar y cosechar en abundancia en las costas y, para un estilo de vida forrajeo, un rico entorno costero sería una fuente significativa de suministro constante de estos nutrientes".
Los investigadores dicen que el linaje humano probablemente divergió de los chimpancés - nuestro pariente vivo más cercano - hace aproximadamente 5-7 millones de años.
Y cambiar los recursos hace unos 2,5 a 2 millones de años puede haber causado que el comportamiento de forrajeo también cambiase, llevando a los tempranos hominoides hacia las costas en busca de alimento.
"Sin embargo, los patrones cambiantes de distribución de recursos asociados con el extenso secado y expansión de las sabanas africanas hace entre 2,5 y 2 millones de años han sido el ímpetu para un cambio en el comportamiento de los primeros miembros del género Homo", escribieron los autores.
"El forrajeo para la comida en distancias más largas habría contribuido al bipedalismo y a una estatura diferente del cuerpo a medida que recorrían rangos cada vez más grandes y, en el caso de nuestros antepasados primitivos, esto indudablemente conduciría a cambios significativos en la dieta".
Los investigadores dicen que estos antepasados encontrarían probablemente pescados, crustáceos, caracoles, algas marinas, huevos de pájaros, e incluso vertebrados marinos muertos, mientras que forrajeaban en la costa.
"Pero probablemente no tuvieron la necesaria comprensión rudimentaría de los ciclos estacionales de las mareas y su influencia en la disponibilidad de crustáceos", explican los autores.
"Por otra parte, las algas de diferentes tipos pueden encontrarse en toda la zona intermareal, desde la marca de la pleamar hasta las regiones submareales, y pueden ser recogidas fácilmente y repetidamente por todos los miembros de la familia, incluidas las mujeres y los niños".
Y las algas marinas siguen siendo beneficiosas hoy en día.
El profesor Mouritsen dice: "Las algas son tan sanas y nutritivas para los humanos hoy como lo fueron hace millones de años".
Los nutrientes esenciales para el desarrollo cerebral
Para que el cerebro se desarrolle, necesita:
Taurina: Puede encontrarse en algas rojas, peces marinos, mariscos y carne de mamíferos. Está presente en grandes cantidades en el sistema nervioso central y en la retina. Las concentraciones más altas ocurren en el cerebro en desarrollo. Los niveles en adultos son app. 1/3 de los recién nacidos.
Magnesio: Se puede encontrar en legumbres, calabaza y semillas de calabaza, nueces y macroalgas. Desempeña un papel importante en neuroprotección y cognición. Importante para la capacidad de almacenar nueva información en redes neuronales.
Zinc: Se puede encontrar en muchos alimentos, pero es particularmente abundante en varios cortes de carne, especialmente el hígado. Extremadamente abundante en ostras. Los crustáceos y la mayoría de las algas son también fuentes robustas. Juega un papel importante en el aprendizaje, el desarrollo y la memoria.
Vitamina B12: Se encuentra exclusivamente en productos de origen animal como la carne, los huevos, el pescado y la leche, con una excepción: también se confirma en las especies de algas Pyropia y es muy probable que en otras se hayan analizado adecuadamente. B12 es importante para el flujo sanguíneo en el cerebro y funciones cognitivas como el lenguaje.
Yodo: Se encuentra abundantemente en algas marinas, especialmente en algas marrones. Un elemento necesario para la síntesis de hormonas tiroideas, que son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso central.
Artículo científico: Consumption of seaweeds and the human brain