El pez de arroz japonés no puede reconocer caras invertidas pero si objeto
¿Eres buen fisonomista? Lo mismo ocurre con los peces de arroz japoneses, al menos si las caras están situadas correctamente. Al igual que los humanos, el pequeño pez no tiene ningún problema en reconocer caras orientadas de la manera habitual pero, de nuevo como nosotros, lo tiene muy difícil cuando se invierten. El hallazgo indica que los peces pueden haber desarrollado una única vía cerebral para el reconocimiento facial, al igual que los seres humanos.
No tenemos ningún problema identificando la mayoría de los objetos en nuestro ambiente - por ejemplo, una silla - no importa de qué manera estén. Pero las caras son diferentes. Es relativamente fácil para nosotros detectar las diferencias entre dos caras, incluso si son físicamente similares, si las vemos en fotografías de la manera correcta. Pero si las imágenes están al revés diferenciarlas es un poco complicado.
"Esto se debe a que tenemos un área específica del cerebro para el procesamiento de las caras y, cuando la cara está al revés, procesamos la imagen a través de vías de procesamiento de objetos, y no de las vías de procesamiento de caras", dice Mu-Yun Wang de la Universidad De Tokio, Japón.
Hasta ahora, este efecto de inversión de caras era considerado exclusivo de los mamíferos, ya que sólo se ha observado en primates y ovejas.
Presentamos al pez arroz japonés, también conocido como medaka (Oryzias latipes), un pez de 3,5 centímetros de largo que se encuentra comúnmente en Asia Oriental en arrozales, pantanos, estanques y corrientes de movimiento lento. Estos peces son muy sociales, por lo que es importante la identificación de los individuos adecuados para asociarse con ellos.
Tácticas de disfraz
Para averiguar cómo se identifican los peces medaka, Wang y su colega Hideaki Takeuchi comenzaron por permitir que una hembra se familiarizara con un macho. Aprovechando el hecho de que las hembras generalmente se aparean más rápido con un macho familiar, los investigadores emplearon algunas tácticas de disfraz. Utilizaron películas semitransparentes para enmascarar la cara, el cuerpo o la cola de los machos y observaron si una hembra todavía podía reconocer al macho familiar.
Encontraron que cuando sólo estaba cubierta la cara del macho, la hembra respondía de una manera que sugería que había fallado en reconocer a los peces familiares.
Para averiguar qué tan bien puede reconocer el medaka caras invertidas, los investigadores usaron un prisma para invertir la cara de los peces machos, ya sea vertical u horizontalmente, y probaron qué tan bien trataban las hembras cada tipo de inversión.
Sorprendentemente, los peces mostraron el efecto de inversión de las caras, dice Wang. "No pueden reconocer caras invertidas, pero no tienen ningún problema con objetos invertidos", dice.
Esta no es la primera vez que se ha demostrado que los peces se reconocen entre sí por sus caras, pero nadie ha demostrado previamente que los peces sean sensibles al efecto de inversión de la caras. Los resultados sugieren que el medaka puede utilizar un mecanismo cerebral específico para procesar las caras, al igual que los humanos y las ovejas, dice Wang.
Intercambio evolutivo
Es importante en las especies sociales la habilidad de los animales para identificar a los individuos por sus caras. "Las caras son realmente el fin del 'negocio' de un animal, donde están sus ojos y dientes, por lo que en general tiene sentido que los animales estarían interesados en las caras", dice Michael Sheehan en la Universidad de Cornell en Nueva York.
Pero lo sorprendente, dice, es que, para un número creciente de especies, parece ser crucial la orientación de la cara. "La información en una cara al revés es la misma que la información en una cara bien alineada, pero nuestro cerebro y los de otros primates, y ahora los peces, tienen dificultades para comprender la información social si las imágenes no están en la orientación esperada", dice Sheehan.
"Parece que en el proceso de desarrollar capacidades especializadas de reconocimiento facial para extraer importante información de forma rápida y precisa, ha habido un intercambio en el que las imágenes de caras en orientaciones inesperadas se vuelven especialmente difíciles de procesar", dice.
No está clara la razón de este intercambio, pero probablemente se relaciona con el hecho de que rara vez se ven caras invertidas, dice Sheehan.
Para averiguar más, Wang está buscando los mecanismos implicados en el reconocimiento del rostro del medaka. "Ahora estamos buscando el fondo genético para el procesamiento facial, así como cómo influye la experiencia social en la capacidad de reconocer caras", dice.
Artículo científico: Individual recognition and the ‘face inversion effect’ in medaka fish (Oryzias latipes)