Cuanto más tiempo pasan los cangrejos ermitaños modificando sus conchas, más largos serán sus penes
La competencia por las conchas entre los cangrejos ermitaños puede ser feroz, y las "casas" que se dejan desatendidas pueden ser rápidamente saqueadas por criaturas rivales que buscan una mejora.
En un nuevo artículo, un curioso biólogo del Dartmouth College describe un fenómeno evolutivo mediante el cual un firme propietario del mundo de crustáceos puede proteger sus viviendas.
Aunque reconoce que la evolución ha impulsado una gran diversidad entre las partes pudendas del reino animal, Mark Laidre, profesor asistente de Ciencias Biológicas en Dartmouth, se preguntaba cómo podría influir en esto el valor de la propiedad privada de un individuo.
Su hipótesis de "partes pudendas para la propiedad privada" se basa en las observaciones realizadas por Charles Darwin a mediados del siglo XIX, cuando descubrió que en el reino animal los percebes poseen el tamaño más grande del pene en relación con el tamaño corporal, aproximadamente ocho o nueve veces la longitud de su cuerpo. El afamado biólogo sospechaba que estos órganos habían evolucionado más largos para permitir la inseminación de potenciales parejas vinculadas a diferentes, pero cercanas, ubicaciones.
Fue esto, combinado con una investigación mucho más reciente que describe la tendencia de algunos animales a buscar y privatizar recursos como medio de supervivencia, lo que motivó la línea de investigación única de Laidre. Para probar su hipótesis, el científico recolectó 328 cangrejos ermitaños en nueve especies diferentes y midió sus penes en relación con el tamaño del cuerpo.
Esto le permitió descubrir algunas útiles correlaciones. Dice que los cangrejos que pasaron tiempo haciendo espacio para crecer o almacenar golosinas al moldear los interiores de sus conchas (por lo tanto construyendo casas más valiosas) fueron dotados de un "tamaño del pene significativamente más grande" que los cangrejos ermitaños cargados con viviendas menos deseables. Sin embargo, esos cangrejos tenían penes más grandes que los que no tenían conchas.
Laidre dice que estos patrones no podrían explicarse por otros medios y dice que los resultados indican que los penes más grandes han evolucionado para permitir una mayor libertad al aparearse. La conclusión de Laidre es que cuanto más tiempo pasan los cangrejos modificando sus conchas, más largos serán sus penes. Esto les permite continuar ocupando sus propiedades mientras se aparean, a diferencia de sus rivales menos afortunados que tienen que desocupar temporalmente para procrear.
La investigación ha sido publicada en la revista Royal Society Open Science: Private parts for private property: evolution of penis size with more valuable, easily stolen shells