Los microbios oceánicos que se cree dependen exclusivamente de la comida resultan tener un sólido y siniestro Plan B
Todo el mundo sabe que el océano está lleno de plancton. ¿De qué otra manera comen las ballenas? Lo que quizás no sepas es qué tan deshonesto y poco de fiar puede ser el plancton. Realmente, merece ser devorado por esas ballenas.
Porque, según se desprende de un estudio de 2017, alrededor de la mitad del plancton microscópico tradicionalmente considerado como animal, es decir, completamente dependiente de comer cosas para sobrevivir, tiene un pequeño y oscuro secreto: también tienen la opción de hacer su propia comida, pero solo después de capturar a un inocente microbio verde y... bueno, no es bueno lo que sucede.
Puede engullirlo y esclavizarlo. Es decir, simplemente lo comen y roban sus cloroplastos.
Los 'delincuentes' son organismos unicelulares complejos fascinantes de observar. Aquí está un Dinophysis chupando los cloroplastos de una desafortunada víctima:
Y aquí está un Strombidium, haciendo su mejor digestión (vampirismo celular) de un frasco canópico alado o un corazón volador. Parece que hay muchos cloroplastos de color naranja metidos dentro. Periódicamente infla y desinfla algún tipo de orgánulo (¿una vacuola contráctil?), dando la impresión de respirar:
Este mesodinio es una criatura en forma de pin de bolos cuyos cilios parecen girar:
Aquí debajo vemos un Noctiluca scintillans, un protista que toma rehenes fotosintéticos pero también se ilumina cuando es molestado, recibiendo el apodo de "brillo marino". Este individuo está agitando perezosamente un flagelo, cuya función habitual es meter la comida en el interior y barrer los desperdicios. El holgado cuerpo parece estar vacío de involuntarios huéspedes de la 'casa'.
Aunque no tiene ninguna relación con el tema de esta publicación, agregue un poco de alegría a tu día con este vídeo de las capacidades bioluminiscentes del Nocitluca.
A pesar de las suposiciones previas de que tales plancton son bichos raros, el análisis de 2017 de los encuentros oceanográficos con estos organismos reveló que son "ubicuos y abundantes".
El tipo de captura y esclavitud se encuentra con mayor frecuencia en el océano abierto, donde son escasas la comida y las víctimas. Es mejor asegurar de inmediato un suministro constante de huevos que freír cuando no estás seguro de cuándo encontrarás tu próxima ave.
El tipo de captura y consumo es más abundante en el equivalente marino de un KFC de 24 horas, como las zonas costeras y de surgencias con aguas ricas en nutrientes. Necesitan un transportador de presas para mantenerlos bien almacenados en cloroplastos y nutrientes esenciales.
Los autores de este estudio alentaron a los creadores de modelos oceánicos que no toman en cuenta este nuevo hallazgo bastante significativo de fotosíntesis insospechada para, ya sabes, corregirlos.