Un trozo de ámbar de 100 millones de años contiene el esperma de un crustáceo parecido a un camarón
Algunas de las criaturas más pequeñas de la Tierra producen algunos de los espermatozoides más grandes
Un trozo de ámbar de 100 millones de años ha revelado la muestra más antigua de esperma animal, y cada célula individual es enormemente larga. Aún más impresionante, este esperma gigante, varias veces más grande que el esperma humano, proviene de un crustáceo parecido a un camarón más pequeño que una semilla de amapola.
Apenas por debajo de 0,6 milímetros, este antiguo bivalvo pertenece a una clase de microcrustáceos aún vivos conocidos como ostrácodos, que son famosos por albergar espermatozoides hasta diez veces más grandes que ellos.