Fósiles marinos

Nectocaris pteryx, fósil de cefalópodo

Es el tatara-tatara-tatara-(etc) tío abuelo de los pulpos, calamares y sepias de hoy

Los nectocaris tenían forma de cometa aplanada, grandes ojos y un sólo par de largos tentáculos

fósil del Nectocaris pteryx

Un calamar carnívoro de 500 millones de años conocido como Nectocaris pteryx (o cangrejo nadador con alas), un especimen previamente inclasificable y que fue considerado como una gamba con cola cuando sólo se conocía un ejemplar, ha desvelado algunos de sus misterios gracias al trabajo de paleontólogos de la Universidad de Toronto y del Museo Real de Ontario.

La criatura, que los investigadores consideran "extremadamente rara", ha resultado ser un antepasado de los calamares y los pulpos modernos, lo que significa que los cefalópodos se originaron 30 millones de años antes de lo que se creía, mucho más cerca de la aparición de los animales más complejos durante la explosión cámbrica. Durante ese período aparecieron por primera vez en el registro fósil organismos pluricelulares más complejos que las esponjas o las medusas.

El hallazgo, que se publicó ayer en la revista Nature, también ofrece una nueva interpretación de los orígenes de este grupo de animales marinos.

El Océano en el ordovícico

Los fósiles son de una época de intensa biodiversidad

Descubiertos en Marruecos, son los más antiguos fósiles de cuerpo blando del periodo Ordovícico

fósil del periodo Ordovícico, Marruecos

Paleontólogos han descubierto una rica variedad de fósiles de animales marinos con una conservación excepcional que vivieron entre 480 millones y 472 millones de años atrás, durante la primera parte de un período conocido como el Ordovícico

Los ejemplares son los más antiguos descubiertos hasta ahora de fósiles de cuerpo blando del Ordovícico, un período marcado por una intensa biodiversidad. Los hallazgos, que aparecen en el número del 13 de mayo 2010 de la revista Nature, amplian considerablemente nuestra comprensión de las criaturas marinas y los ecosistemas que existieron en un momento crucial en la historia evolutiva, cuando la mayor parte de la vida animal en el planeta se encontraba en los océanos.

reconstrucción esqueleto de megalodon, Calvert Marine Museum

Científicos hallan en una marina de Panamá 400 "pequeños" dientes de crías de megalodon

¿Existe aun el Carcharocles megalodon?

Un vivero de 10 millones de años del extinto tiburón megalodon ha sido encontrado en Panamá, de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Florida que divulgan sus resultados en el último número de la revista PLoS ONE. El descubrimiento puede proporcionar nuevas pistas para conocer mejor a esta especie todavía tan enigmática.

Los científicos llegaron a la conclusión de que habían descubierto el «nido» tras encontrar 400 dientes fosilizados de tiburón en una marina panameña (que quizá alguna amiga de Facebook conozca...) que conectaba el Océano Pacífico y el Caribe durante el Mioceno. La mayoría de las piezas eran sorprendentemente pequeñas. No se trataba de una cuestión de tamaño, sino de edad.

tiburón ataca a un delfín hace 4 millones de años

Un esqueleto fosilizado de delfín ha permitido reconstruir la causa de su muerte

El primer ataque del tiburón fue lanzado desde abajo, apresando al delfín con sus fuertes mandíbulas

esqueleto de delfín y tiburón Cosmopolitodus hastalis

El esqueleto fosilizado de un delfín extinto (Astadelphis gastaldii) de 2,8 metros de largo, que fue descubierto en la región del Piamonte, al norte de Italia, ha permitido reconstruir la causa de su muerte hace 4 millones de años. Su "asesino" fue un gran tiburón de la especie Cosmopolitodus hastalis.

Las evidencias fósiles de ataques de depredadores son muy escasas y difíciles de interpretar, pero los investigadores, de la Universidad de Pisa, Italia, Giovanni Bianucci, Bárbara Sorce, Tiziano Storai y Walter Landini, realizaron un cuidadoso análisis, comparable en algunos aspectos a los efectuados por los forenses durante las investigciones sobre un asesinato, de las marcas de mordeduras en un bien conservado esqueleto de delfín, y lograron determinar la probable identidad del asesino: un tiburón de 4 metros (se pensó por los naturalistas que originalmente lo examinaron que fue un gran tiburón blanco), y el equipo de investigadores analizó de nuevo a estos huesos para ver si pudieran reconstruir lo que había pasado con al delfín.

Fedexia striegeli, reconstrucción

El anfibio Fedexia striegeli vivió en una época de cambios climáticos dramáticos

El fósil, de 300 millones de años, fue encontrado en tierras propiedad de FedEx, empresa americana de courier

Fedexia striegeli, cráneo

Los cazadores de fósiles han nombrado a un anfibio de 300 millones de años en honor al servicio de mensajería FedEx, después de desenterrar la criatura en las tierras propiedad de la empresa cerca de un aeropuerto de EE.UU.

Los restos del antiguo anfibio, que vivió 70 millones de años antes de los primeros dinosaurios, se recuperaron en 2004 de una losa de roca cerca del Aeropuerto Internacional de Pittsburgh por Adam Striegel, un entusiasta aficionado de fósiles, en un viaje de geología de campo.

Los investigadores del Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh describieron a la criatura sobre la base de los 12cm de largo de su cráneo muy bien conservado, que sobrevivió a la fosilización sin ser aplastado.

mandíbula fósil de tiburón gigante

Sus dientes especializados eran tan impresionantes como su tamaño corporal

El Ptychodus mortoni vivió en una época en que muchas otras especies - reptiles, peces y otros - crecieron a tamaños muy grandes

Ptychodus mortoni (ficción)

Un equipo de paleontólogos ha descubierto en Kansas, Estados Unidos, los restos fosilizados de un tiburón gigante de diez metros de largo que vivió hace unos 89 millones de años. Apodado en inglés "shell crusher" o triturador de conchas (crustáceos).

Se estima que puede tratarse del mayor depredador de crustáceos que jamás haya existido, como informa Matt Walker, editor de BBC Ciencia.

El doctor Kenshu Shimada, de la Universidad DePaul, en Chicago, Illinois, y su equipo de trabajo hallaron los restos del Ptychodus mortoni en un acantilado en Kansas llamado Caliza Fort Hays.

"Me tomó casi todo el día extraer un sólo fragmento del ejemplar", dijo Shimada, "y es probable que todavía estén presentes profundamente en la roca más partes esqueléticas y dentales del tiburón, a las que, sencillamente, no se puede llegar".

Los expertos ya conocían la existencia de la especie, pero el nuevo ejemplar sugiere que era mucho mayor de lo que se pensaba.

Los detalles del hallazgo aparecen publicados en el último número de la revista especializada Cretaceous Research.

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