Typhloesus wellsi no tenía columna vertebral, ano, ojos o caparazón
Un par de investigadores, uno de la Universidad de Cambridge y el otro del Museo Real de Ontario, ha encontrado una pista que podría ayudar a ubicar a Typhloesus wellsi, apodado el "pez dorado alienígena", en el árbol de la vida.
En su investigación, Simon Conway Morris y Jean-Bernard Caron describen su estudio de varias muestras de un fósil de 330 millones de años y lo que descubrieron sobre la misteriosa antigua criatura marina.
Desde que se observó por primera vez en 1973, T. wellsi ha confundido a los científicos que intentan determinar su ubicación en el árbol de la vida. Sus atributos son tan únicos que la criatura es casi imposible de clasificar. Cuando estaba vivo, medía solo 90 mm de largo y tenía un cuerpo algo en forma de bola. Fue desenterrado de Bear Gulch Limestone en Montana, un depósito de fósiles de 330 millones de años. Tampoco tenía aletas más que una sola entidad similar a una hoja en su cola. Tampoco tenía columna vertebral, ano, ojos o caparazón.
Cuando esas criaturas fosilizadas vivían, esa área estaba cubierta por una bahía y era el hogar de tiburones que lucían espinas en forma de espada, celacantos y el ancestro más antiguo conocido de los calamares vampiro. Los monzones locales arrastraron nutrientes a la bahía, provocando la proliferación de algas que minaron el oxígeno del agua y mantuvieron a raya a los carroñeros. Esas condiciones permitieron preservar innumerables invertebrados de cuerpo blando con un detalle increíble.
Imagen: Typhloesus wellsi: diagramas esquemáticos anatómicos y reconstrucción artística.
Se han encontrado varios especímenes, uno de los cuales tenía lo que parecían ser diminutos dientes, pero ese hallazgo resultó ser los restos de una última comida. Y eso ha dejado a la criatura en una especie de huérfano en el árbol de la vida porque no se ha identificado ningún parentesco. En este nuevo esfuerzo, los investigadores observaron de cerca un puñado de especímenes que se encuentran en el Museo Real de Ontario y encontraron algo nuevo.
Los investigadores encontraron en el intestino de la criatura lo que describen como una estructura con dientes. Lo describen como similar a una cinta dentada con doble fila de 20 dientes curvados hacia atrás. Una estructura similar se encuentra en los moluscos modernos y se llama rádula.
En T. wellsi estaba situada en el intestino anterior, lo que sugiere que fue empujada fuera de la boca hacia el agua circundante para capturar presas, similar, señalan los investigadores, a la forma en que los lagartos sacan la lengua.
Imagen: Typhloesus wellsi mostrando la rádula.
Los investigadores sugieren que T. wellsi era un tipo de molusco; también sugieren que, cuando estaba vivo, podría haberse parecido a diminutas babosas marinas modernas. Reconocen que su trabajo no ha determinado su ubicación en el árbol de la vida, pero señalan que podría ayudar a los científicos a aprender más sobre la evolución de los moluscos.
Los hallazgos se han publicado en la revista Biology Letters: A possible home for a bizarre Carboniferous animal: is Typhloesus a pelagic gastropod?