Vivía en antiguas filtraciones de metano
La mayoría de los animales y plantas nunca se fosilizan. Para aquellos que lo hacen, generalmente solo se conservan las partes duras, como huesos y caparazones.
Sin embargo, en algunos casos excepcionales, los tejidos blandos como músculos y branquias sobreviven al proceso de fosilización y pueden presentar una gran cantidad de información sobre la biología y ecología de antiguos organismos.
En un artículo publicado recientemente, el Dr. Adiel Klompmaker, curador de paleontología de los Museos de la Universidad de Alabama, y sus colegas informaron sobre un notable cangrejo con múltiples tejidos blandos mineralizados conservados. Este cangrejo vivió hace 75 millones de años durante el Cretácico en el área de la actual Dakota del Sur en un antiguo mar conocido como Mar Interior Occidental (Western Interior Seaway).
Imagen derecha: Mar Interior Occidental
El fósil de cangrejo se recolectó entre 2012 y 2018, pero su importancia solo quedó clara cuando Klompmaker estudió el espécimen en julio de 2019.
"No podía creer lo que veía cuando vi el espécimen por primera vez", dijo Klompmaker. "Agarré mi lupa para comprobarlo y, de hecho, el cangrejo mostraba branquias mineralizadas a través del caparazón roto del cangrejo. Revisé un artículo sobre branquias fósiles en un cangrejo un par de años antes, así que reconocí las branquias inmediatamente".
Antes del nuevo artículo, sólo se conservaban branquias de otros cuatro especímenes fósiles de cangrejo.
Después del descubrimiento de las branquias, el coautor Dr. Peter Kloess, del Whittier College y el Museo de Paleontología de la Universidad de California, colocó el cangrejo en un escáner microCT.
"He utilizado exploraciones microCT para observar detalles microscópicos en especímenes anteriores y esperábamos ver estas branquias con una resolución más alta que a simple vista", dice Kloess.
"Si bien no aparecieron las branquias, identificamos otros tejidos blandos, como el esófago que conduce al estómago", mencionó Klompmaker.
Imagen: Ilustración giratoria (girando alrededor de los lados dorsal y ventral) de los resultados de la exploración microCT (μCT) del cangrejo Secretanella sp. (ALMNH:Paleo:6522) de una piedra caliza de filtración de metano del Campaniano superior en el condado de Pennington, Dakota del Sur. Azul: estómago cardíaco; amarillo: esófago; rojo: apodemas y mandíbulas.
También aparecieron las mandíbulas de cangrejo. La forma general y la ubicación de los tejidos blandos dentro del cangrejo no se diferencian de los cangrejos modernos. Hasta el momento no se ha recuperado el contenido del estómago.
A pesar de la presencia de muy raros tejidos blandos, el equipo no pudo identificar la especie de cangrejo.
"Sólo podemos identificar el género Secretanella, porque las características diagnósticas del caparazón, como las espinas, no se conservan", mencionó Klompmaker. "Para la taxonomía, la preservación no es tan buena en realidad".
La tercera y última sorpresa llegó cuando el equipo estaba escribiendo el artículo científico. El cangrejo fue encontrado en piedras calizas que representan una antigua filtración fría de metano. En estos lugares, las burbujas de metano surgen del fondo del mar y a menudo sustentan un ecosistema diverso de almejas, amonitas, caracoles, gusanos, estrellas de mar, crustáceos, corales, animales de musgo y peces.
"Cuando buscamos en la literatura tejidos blandos conservados de cualquier animal que viviera en antiguas filtraciones de metano, no encontramos exactamente ninguno", dijo Klompmaker. "Ahora que sabemos que los tejidos blandos se pueden conservar en estos entornos, esperaríamos encontrar más fósiles con tejidos blandos mineralizados".
Los hallazgos se ha publicado en Palaeontologia Electronica: Internal anatomy of a brachyuran crab from a Late Cretaceous methane seep and an overview of internal soft tissues in fossil decapod crustaceans
