Los secretos del mar escondidos en lo alto de los Andes (2ª Parte)

Del libro Hace tiempo
Ilustración del libro "Hace tiempo. Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia".

La primera parte de este artículo se puede leer en: Paleontólogos de Colombia descubren ricos depósitos de fósiles que podrían cambiar lo que sabemos sobre los antiguos océanos

Los trabajos de paleontología en Colombia adolecen de falta de financiación

Héctor Daniel Palma-Castro, estudiante de maestría en biología de la Universidad Nacional de Colombia, también estudia los fósiles de la Formación Paja y dice: "Hay muchos lugares en el país en los que creo que ningún paleontólogo ha puesto un pie".

Durante décadas, los enfrentamientos entre el gobierno, las guerrillas de izquierda, los grupos paramilitares de derecha y los cárteles de la droga limitaron los lugares que los científicos podían visitar y estudiar. Tras el acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el grupo guerrillero más grande y antiguo del continente), había esperanzas de que los investigadores pudieran explorar nuevas regiones en todo el país. Sin embargo, en los últimos meses, un resurgimiento de la violencia por parte de disidentes de las FARC, otros grupos guerrilleros y cárteles de la droga ha vuelto a cerrar muchas regiones a los científicos.

Palma-Castro, al igual que Cortés, se especializa en los fósiles de la Formación Paja. Sin embargo, cuando excava, busca hojas, tallos, ramas, conos y raras maderas fosilizadas de árboles que vivieron durante el Cretácico Inferior. El antiguo mar epicontinental bordeaba una costa boscosa llena de coníferas, pinos y cipreses.

Algunos restos de esta flora (árboles, hojas y ramas arrastrados por un río hasta el océano o fragmentos de plantas que pudieron haber sido arrastrados hasta allí por el viento) terminaron hundiéndose en el fondo del océano, donde las condiciones eran ideales para su preservación. Encontrar fósiles de antiguas plantas terrestres junto a criaturas marinas no es raro en la Formación Paja.

Héctor Palma-Castro

Imagen: Héctor Palma-Castro (derecha) trabaja con un socio para descubrir fósiles de plantas en la Formación Paja. Foto cortesía de Héctor Palma-Castro

Palma-Castro estudió la Formación Paja como estudiante de geología. Sin departamentos ni carreras de paleontología en Colombia, el estudio de sus ecosistemas antiguos ha recaído en los geólogos. Fue entonces cuando se interesó por primera vez por los fósiles de plantas del Cretácico Inferior; parte de su atractivo era que, a pesar de su abundancia, apenas se habían realizado investigaciones sobre ellos. Una vez que complete su título de biología, planea postularse para un programa de doctorado en paleontología en una universidad fuera de Colombia. "La idea es emigrar para seguir estudiando, pero siempre con la idea de seguir trabajando con material fósil de Colombia", agrega.

La falta de oportunidades académicas y profesionales en paleontología se ve agravada por la necesidad de más financiación para la investigación. En Colombia la inversión gubernamental en ciencia ha sido pésima. Los líderes de todo el espectro político no han logrado aumentar la financiación de la investigación y el actual gobierno está presidiendo su declive. En octubre pasado, los legisladores aprobaron una reducción de casi el 18 por ciento del presupuesto nacional para ciencia; en el debate, muchos miembros de la Cámara de Representantes argumentaron que al tener en cuenta la inflación, el valor real de la reducción se acercaba más al 25 por ciento.

La mayoría de los paleontólogos colombianos trabajan para instituciones en Europa o América del Norte, donde hay muchos más recursos y oportunidades profesionales. A menudo continúan haciendo trabajo de campo en Colombia, con el objetivo de educar a nuevos estudiantes y al público. Algunos han podido regresar como profesores universitarios e iniciar pequeños grupos y proyectos de investigación. "Estos pequeños grupos están abordando diferentes ramas del conocimiento y entre ellas poco a poco se va desarrollando la paleontología en Colombia", afirma Cortés.

plantas fósiles

Imagen: Palma-Castro muestra impresiones de plantas fósiles encontradas cerca de Vélez en el noreste de Colombia. Foto cortesía de Héctor Palma-Castro

A medida que continúa aumentando la investigación sobre el pasado antiguo del país, algunos de los obstáculos en Colombia se vuelven más evidentes. El país carece de las herramientas tecnológicas necesarias para investigaciones más avanzadas, como la tomografía microcomputada, que utiliza rayos X para crear modelos virtuales en 3D del interior y exterior de un objeto sin destruirlo, o la radiación sincrotrón, que permite a los investigadores evaluar la composición química de los fósiles.

Muchos fósiles colombianos encontrados en el siglo XX fueron sacados del país, en algunos casos por empleados de la Tropical Oil Company, que comenzó a extraer petróleo allí en la década de 1920 y terminaron en lugares tan lejanos como la Universidad de California, Berkeley, y el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

Irónicamente, un decreto de 2018 destinado a proteger el patrimonio fósil del país de este tipo de despojo se ha convertido en otra barrera para los paleontólogos. Si bien es esencial para combatir la caza furtiva y el tráfico ilegal de fósiles, la ley puede ser muy restrictiva. A principios de este año Palma-Castro pasó unos meses en el Museo Field de Chicago investigando para su tesis. Quería utilizar parte del equipo del museo, pero sólo pudo sacar los fósiles de Colombia una vez que obtuvo los permisos adecuados. Junto con una lenta burocracia en la Universidad Nacional de Colombia, esto significó que cuando finalmente se aprobaron las transferencias de fósiles, Palma-Castro había abandonado Chicago y estaba de regreso en Colombia.

"Creo que las perspectivas para la paleontología colombiana están mejorando, pero necesitamos hacer mucho más", dice Cortés. "Hay mucho material para estudiar, pero ni siquiera tenemos un museo de historia natural". Sólo unos pocos pequeños museos y universidades en Colombia pueden almacenar y exhibir fósiles adecuadamente, lo que limita la capacidad de los ciudadanos para aprender de ellos.

Mary Luz Parra Ruge

Imagen: Mary Luz Parra Ruge examina el cráneo con dientes de un fósil de Kyhytysuka sachicarum. Foto cortesía del Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva

"Me atrevo a decir que muchos niños en Colombia sueñan con dinosaurios, incluso pueden obsesionarse con ellos, pero no tenemos muchos lugares adaptados para fomentar estos intereses", agrega Cortés.

El Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva, uno de los primeros lugares donde Cortés comenzó a aprender sobre fósiles, es una de esas pocas instituciones. El centro continúa fomentando la investigación de estudiantes universitarios y de posgrado, promoviendo el valor de sus exhibiciones de fósiles entre turistas y lugareños. Uno de sus programas, Guardianes de la Paleontología, enseña a estudiantes de 12º grado sobre antiguos ecosistemas y cómo estudiarlos. Entre los estudiantes actuales hay un niño que está desarrollando su propia paleoenciclopedia y una niña que sueña con estudiar paleobotánica.

A pesar de los muchos desafíos y la falta de financiación, los investigadores colombianos siguen buscando fósiles, estudiando el registro paleontológico y encontrando formas creativas de compartir su trabajo. Recientemente, 32 científicos colombianos contribuyeron a la segunda edición del libro Hace Tiempo, escribiendo capítulos sobre su trabajo y los fósiles que estudian. Este libro ilustrado pretende contar la historia de la Tierra a través de los fósiles encontrados en el país. Cortés escribió el capítulo sobre los antiguos reptiles marinos; Jaramillo fue uno de los editores.

A medida que continúa creciendo el número de personas que estudian antiguos ecosistemas, existe optimismo sobre el futuro de la paleontología en Colombia. Se explorarán nuevos lugares y esperan ser encontradas muchas más especies desconocidas. "La imaginación no alcanza lo que podamos encontrar en el futuro", afirma Palma-Castro.

Etiquetas: FósilPaleontologíaColombia

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