Encuentran fallas en la investigación en que era un depredador de persecución submarina totalmente acuático
Los paleontólogos generalmente coinciden en que el Spinosaurus aegyptiacus comía peces, pero exactamente cómo capturaban a sus presas estos dinosaurios es objeto de un animado debate, y algunos investigadores sugieren que cazaban en la costa, otros que caminaban o nadaban en aguas poco profundas y otros que eran depredadores acuáticos.
Un reciente estudio apoyó esta última hipótesis utilizando un método estadístico bastante nuevo llamado análisis discriminante flexible filogenético (pFDA) para analizar la densidad y proporciones de los huesos del Spinosaurus.
En un nuevo estudio, el profesor Paul Sereno de la Universidad de Chicago y sus colegas evalúan críticamente los métodos de esa investigación anterior e identifican fallas significativas.
"El Spinosaurus y sus parientes cercanos son fascinantes por sus inusuales características anatómicas, la escasez de especímenes y el hecho de que los científicos no habían encontrado huesos de partes de su cuerpo hasta hace muy poco", dice Sereno.
"A diferencia de otros dinosaurios carnívoros, hay fuertes indicios de que vivía cerca del agua y comía peces u otros alimentos acuáticos".
"Esto ha generado mucha controversia sobre cómo vivía el Spinosaurus: ¿Era un depredador nadador rápido que perseguía peces como un león marino? ¿O fue un depredador emboscado en la orilla del agua, agarrando con sus garras como una versión gigante de un oso pardo persiguiendo salmones, o hundiendo su cabeza en el agua como una infernal garza de 7 toneladas?".
Los autores comenzaron planteando nuevas preguntas sobre la densidad ósea, cómo digitalizar secciones delgadas, dónde cortar los huesos del muslo y las costillas, y si incluir huesos de más de un individuo.
Imagen: El hueso del muslo de Spinosaurus (izquierda) fue seccionado delgadamente con una sierra de diamante (centro) para revelar bajo aumento su estructura ósea (derecha). Imagen cortesía de Stephanie Baumgart y Evan Saitta
Algunos mamíferos acuáticos modernos, como los manatíes, tienen huesos densos e hinchados que les ayudan a permanecer bajo el agua, como el cinturón de lastre de un buzo. Los grandes animales terrestres, como los elefantes y los dinosaurios, también tienen huesos densos para soportar su mayor masa corporal.
La mayoría de las aves modernas y muchos dinosaurios, incluido el Spinosaurus, tienen la condición opuesta, con sacos de aire adheridos a los pulmones o dentro de los huesos que actúan como un chaleco salvavidas que evita la inmersión.
La evaluación de las capacidades acuáticas de una especie extinta como el Spinosaurus debe tener en cuenta todos estos factores.
Dada la complejidad de comprender el significado de la densidad ósea, los paleontólogos reevaluaron cómo se aplicó la técnica estadística utilizada en el estudio anterior para respaldar la afirmación de que el Spinosaurus era un buceador profundo.
El enfoque de pFDA es como el aprendizaje automático: entrena un algoritmo de clasificación en un grupo de especies cuyo estilo de vida se comprende bien. En principio, los investigadores podrían utilizar el algoritmo para estimar la probabilidad de que una especie poco conocida como el Spinosaurus caiga en un grupo de comportamiento u otro.
"En la práctica, sin embargo, hay problemas que deben superarse", afirma Nathan Myhrvold, investigador de Intellectual Ventures.
"Desafortunadamente, esa técnica no funciona correctamente a menos que se tengan muchos datos, se hagan comparaciones de manzanas con manzanas y se verifiquen que los datos cumplan con ciertos requisitos estadísticos previos. Ninguno de esos requisitos se cumplió en ese estudio anterior, por lo que los resultados simplemente no se sostuvieron al volver a examinarlos".
El nuevo artículo debería ayudar a los paleontólogos a comprender los peligros de la pFDA y otros tipos de análisis estadísticos amplios y cómo evitarlos.
Los investigadores demuestran que es importante utilizar criterios coherentes y objetivos para decidir qué especies incluir y excluir, así como cómo clasificar su comportamiento.
Los hallazgos también demuestran la importancia de tener en cuenta los errores de medición y las variaciones individuales al evaluar la densidad ósea.
"Creemos que el Spinosaurus, uno de los animales depredadores más grandes que jamás haya evolucionado, necesitaba fuerza ósea adicional para soportar su peso en sus relativamente cortas extremidades traseras", dijo el profesor Sereno.
"El Spinosaurus era capaz de vadear canales de más de dos metros de profundidad sin flotar, donde podía tender emboscadas a peces de cualquier tamaño con sus garras y mandíbulas, pero todo ello manteniendo los dedos de los pies firmemente anclados en el barro".
El estudio fue publicado en la revista PLoS ONE: Diving dinosaurs? Caveats on the use of bone compactness and pFDA for inferring lifestyle