Llamado Shishania aculeata, era un pariente lejano de criaturas similares a esponjas
Un peculiar fósil espinoso, que alguna vez se creyó que representaba uno de los primeros moluscos, ha sido ahora reclasificado de manera concluyente por científicos de la Universidad de Durham y la Universidad de Yunnan como algo completamente diferente: un pariente lejano de criaturas similares a esponjas conocidas como cancilleridos.
Esta sorprendente revelación está llamada a cambiar nuestra comprensión de la evolución animal temprana.
El fósil, llamado Shishania aculeata, proviene de depósitos cámbricos de 500 millones de años de antigüedad en la provincia de Yunnan, en el sur de China, una región mundialmente famosa por sus instantáneas notablemente conservadas de vida antigua.
Inicialmente interpretado como un molusco primitivo, potencialmente un ancestro de los modernos caracoles, babosas y almejas, se creía que Shishania mostraba características similares a las de los moluscos, incluido un pie musculoso y espinas mineralizadas especializadas.
Sin embargo, un nuevo estudio internacional dirigido por la Universidad de Durham pinta un panorama radicalmente diferente.
Los investigadores dijeron que los nuevos fósiles muestran que Shishania no encaja en absoluto con los moluscos; en cambio, se parece mucho a un grupo de antiguas criaturas llamadas cancelóridos (animales con forma de bolsa cubiertos de espinas defensivas, anclados al fondo marino del Cámbrico).
Los investigadores, utilizando especímenes mejor conservados y avanzadas técnicas de imágenes, descubrieron que muchas de las características que anteriormente se creía que indicaban afinidad con los moluscos eran en realidad engañosos artefactos de fosilización.
Por ejemplo, se reveló que las estructuras que se consideraron un "pie" eran el resultado de una distorsión durante la preservación del fósil, un proceso descrito como una "ilusión tafonómica".
Imagen derecha: Ejemplares de Shishania. A y B: ejemplar en diferentes condiciones de iluminación, donde se observa cómo la fractura irregular revela las superficies superior e inferior. E-G: ejemplar que muestra la tridimensionalidad de sus espinas y su disposición alrededor de un orificio apical. H, dos espinas individuales: a la izquierda, conservadas en vista de arriba a abajo, revelando la sección circular; a la derecha, conservadas de lado. Crédito: Zhang Xiguang.
"Estos antiguos fósiles resultaron ser maestros del camuflaje. Shishania parecía mostrar todas las características que podríamos esperar de un ancestro molusco temprano", afirmó el coautor del estudio, Dr. Martin Smith, de la Universidad de Durham.
"Pero cuando nos dimos cuenta de que los contornos del material fósil, similares a los de los moluscos, representaban una obra de origami fósil, nos vimos obligados a reexaminar cada una de las partes de la interpretación, una por una".
"El misterio empezó a desentrañar cuando encontramos cancelóridos conservados de forma muy similar en la misma unidad rocosa".
La reclasificación es particularmente significativa porque los cancelóridos son un enigmático grupo conocido sólo en rocas del Cámbrico y que desapareció hace unos 490 millones de años.
Aunque superficialmente se parecen a las esponjas, sus cuerpos están adornados con espículas en forma de estrella cuya intrincada microestructura sugiere posibles conexiones con animales más complejos.
Con sus espinas extremadamente simples, Shishania sugiere que los cancelóridos desarrollaron sus ornamentadas espículas desde cero, en lugar de adaptarlas a partir de estructuras esqueléticas preexistentes.
Esto dice algo profundo sobre cómo evolucionaron los planes corporales complejos durante la explosión Cámbrica, el estallido evolutivo que dio origen a todos los grupos animales modernos.
El Dr. Smith admitió que, inicialmente, los fósiles parecían confirmar sus propias teorías de larga data sobre los primeros ancestros de los moluscos: "Cuando se describió por primera vez a Shishania el año pasado, me emocioné; parecía coincidir con los primeros animales 'similares a babosas' que siempre había imaginado. Pero el nuevo material de nuestros colegas chinos me obligó a reevaluarlo todo".
Imagen: Espinas triangulares huecas sobresalen del margen de un ejemplar de Shishania. Crédito: Zhang Xiguang.
Análisis posteriores revelaron que patrones que alguna vez se creyeron que reflejaban la biología de los moluscos, como una disposición "similar a un pincel" en las espinas, eran en realidad artefactos de preservación, ya que el mismo patrón aparecía aleatoriamente en todo el fósil.
La compresión y la deformación durante la fosilización también hicieron que los simples animales cilíndricos parecieran anatómicamente más complejos de lo que realmente eran.
Esta reinterpretación tiene implicaciones no sólo para comprender los cancelóridos, sino también para identificar otros fósiles cámbricos ambiguos.
Reabre preguntas sobre la evolución temprana de los moluscos y advierte contra la interpretación excesiva de ambiguas características fósiles.
Al mismo tiempo, ayuda a consolidar nuestra imagen de los orígenes de los cancelóridos y nos da una nueva perspectiva sobre cómo surgió la novedad evolutiva.
El estudio subraya el papel crucial de los estratos ricos en fósiles de China y ejemplifica cómo la colaboración internacional continúa transformando nuestra comprensión de los primeros capítulos de la vida.
El estudio se ha publicado en Science: Shishania is a chancelloriid and not a Cambrian mollusk