Desestimadas antiguas hipótesis de la explosión de un cadáver de ictiosaurio
Un fósil presenta embriones de antiguos ictiosaurios dispersos en torno a los restos de su madre
En las pizarras negras de principios de la "Formación Jurásica "Posidonienschiefer" de Alemania se encuentran algunos de los fósiles de ictiosaurios más famosos del mundo. En este lugar encontraron su lugar de descanso final hace 182 millones de años los restos de numerosos ictiosaurios - reptiles marinos parecidos a delfines y cuyo nombre significa "pez lagarto" -, en las tranquilas aguas de 50 a 150 metros de profundidad. Se quedaron allí, sin ser molestados, hasta que en el siglo XX los científicos comenzaron a desenterrar sus huesos excepcionalmente bien conservados.Imagen superior: Los esqueletos de embriones de antiguos ictiosaurios se dispersan en torno a los restos de su madre. Varios de los esqueletos fetales se sitúan fuera de los límites del cuerpo de la madre, lo que llevó a algunos científicos a pensar que su cuerpo explotó por causas naturales después de la muerte. Crédito: From Böttcher 1990, Stuttg Beitr Naturkd B 164:1-51 por cortesía Staatliches Museum für Stuttgart Naturkunde.
Sin embargo, había algo extraño en estos huesos bien conservados. Aunque la mayoría de los esqueletos estaban casi completos, algunos se habían sometido a una considerable dispersión. Hasta ahora la mejor explicación de la ciencia era: "los cadáveres que yacen en el lecho marino podrían haber explotado, o los órganos internos y los huesos hicieron erupción y, al hacerlo, los huesos así como los fetos fueron expulsados y fracturadas las costillas", explica un artículo reciente de la revista Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments: "Float, explode or sink: postmortem fate of lung-breathing marine vertebrates". El estudio es el primero en cuestionar esta hipótesis con décadas de antigüedad.
Pero en primer lugar, la explicación de la "explosión del cadáver" no es tan descabellada como pueda parecer - ya que sucede realmente. Si quieres una prueba, mira más abajo este sangriento video de la explosión de una ballena en una playa de Dinamarca, o lee sobre el cachalote muerto que roció las calles de Taiwán con sangre y tripas en 2004.
Arriba y abajo: seccionamiento incorrecto de un cadaver de ballena varado hinchado por los gases del efecto de putrefacción en la playa de Nymindegab/Dinamarca, los líquidos del cuerpo y del tracto intestinal brotan violentamente desde la cavidad del cuerpo.
Estas erupciones ocurren porque las bacterias que se alimentan del cuerpo en descomposición de la ballena emiten gases. Como el cadáver se infla con los "gases de putrefacción", la presión se acumula y, si el cuerpo experimenta estrés mecánico, podría despedir la sangre y los órganos desde un punto débil en el vientre. Pero hasta ahora no hay evidencia de que estas explosiones podrían hacer estallar un esqueleto y separarlo.
Achim Reisdorf, un sedimentólogo en la Universidad de Basilea en Suiza, quien dirigió el nuevo estudio, dijo que la explicación de la explosión del cadáver simplemente se había arraigado en el campo de la paleontología. Los autores, que provienen de diferentes antecedentes académicos, se mostraron más escépticos. "¿Cuánta presión se acumula en realidad en un cuerpo muerto?", se preguntaron.
Para averiguarlo, insertaron un instrumento llamado manómetro en las regiones del ombligo de 100 cadáveres humanos, que fueron obtenidos del Instituto de Medicina Legal en Frankfurt am Main en Alemania. Los seres humanos son similares en tamaño a los ictiosaurios, por lo que probablemente producen cantidades similares de gases de efecto descomposicionales. Aunque hay diferencias fisiológicas entre los mamíferos, reptiles y otras clases de animales, los investigadores concluyen que, con el propósito de este estudio, los cuerpos humanos sirven como un equivalente del "pez lagarto" de la antigüedad.
El equipo de Reisdorf encontró que los cuerpos humanos acumulan, a lo sumo, 0.035 bares de presión. En los cadáveres de cabras, se han registrado presiones de hasta 0.079 bares. Sin embargo, los fósiles de ictiosaurios fueron enterrados bajo 50 a 150 metros de agua, ¿recuerdas? En esas profundidades, con la presión del agua sobre los cuerpos en descomposición, se hubieran tenido que generar más de 5 a 15 bares de presión para explotar allí. Para lograr su salida, los gases de putrefacción tendrían que ejercer una presión de más de 145 libras por pulgada cuadrada (10 bares) en el interior del cuerpo. En este vídeo de abajo de National Geographic, un experto en dinamita estima que se necesitarían hasta cinco kilos de explosivos para hacer explotar un cadaver de ballena en tierra. Sería imposible, incluso para un cadáver de ballena, generar ese tipo de presión interna suficiente para volar el esqueleto y separarlo -concluyeron los investigadores.
"No es una explosión en absoluto. Se trata de una erupción", dice Reisdorf. "Hay presión, pero no es lo suficientemente alta como para causar una explosión. Pueden entrar en erupción sangre y órganos del cadáver, pero no es posible que entren en erupción los huesos".
Los investigadores ofrecen algunas explicaciones alternativas para los revueltos esqueletos: que los sedimentos de compactación hayan aplastado a los animales en descomposición, o que las corrientes de agua esparcieran poco a poco los restos. Estas hipótesis no son tan emocionantes como la teoría de la "explosión del cadáver", pero al menos son menos desagradables y más plausibles.
Original por Sarah Fecht en Mission Blue