¿Qué hace que algunos animales marinos sean más propensos a la extinción que los demás?
Un nuevo estudio de fósiles marinos proporciona una pista.
Los océanos representan más del 70% de la superficie de la Tierra. Pero debido a que los datos de seguimiento son más difíciles de recoger en el mar que en tierra, sabemos muy poco sobre el estado de conservación de la mayoría de los animales marinos. Pero mediante el uso de los registros fósiles para estudiar cómo ocurrieron en el pasado las extinciones en el océano, podemos ser más capaces de predecir la vulnerabilidad de las especies en el futuro. Un artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B el 23 de octubre de 2012, informa de la primera evaluación de los registros fósiles como predictores de las causas principales de la extinción de cada especie basada en el registro de fósiles de invertebrados marinos que habitaron los océanos del mundo hace 500 millones de años incluyendo poblaciones actuales de animales similares. El artículo predice la extinción futura basada en los criterios desarrollados en la investigación.
Paul Harnik del National Evolutionary Synthesis Center, Jonathan Payne de la Stanford University, y Carl Simpson del Museum für Naturkunde en Berlín, examinaron los restos de 6.500 géneros de erizos de mar, dólares de arena, corales, caracoles, almejas, ostras, vieiras y braquiópodos, entre otros animales.
Los investigadores determinaron que la causa principal de la extinción era el pequeño tamaño de su rango geográfico. La amplitud del hábitat fue calificada como una segunda causa de extinción, mientras que el tamaño de la población se determinó que era un factor mínimo. Las grandes poblaciones que se localizan pueden ser destruidas por la degradación del hábitat.
Los investigadores consideran que esta investigación sea predictiva de la esperada extinción de la vida marina presente hoy en día por el calentamiento global, acidificación de los océanos y la sobrepesca.
El mensaje principal es que la reducción en el tamaño del hábitat - por ejemplo, cuando el hábitat de una especie es destruido o degradado - podría significar un gran aumento en el riesgo de extinción a largo plazo, incluso si el tamaño de la población en las porciones restantes del hábitat de la especie son todavía relativamente grandes".
Artículo científico: Long-term differences in extinction risk among the seven forms of rarity