El Spartobranchus tenuis es unenteropneusto de 505 millones de años
Una criatura fosilizada con forma (vamos a decir) notablemente parecida a un pene puede ser el eslabón perdido que conecta dos misteriosas ramas de criaturas marinas.
Los fósiles, más de 9.000 ejemplares en total, revelan una especie de gusano con un "tronco posterior alargado que termina en una unidad de bulbo", tal como lo describen los investigadores en la edición de esta semana de la revista Nature. El animal parece ser una transición en la evolución de los gusanos de tubo comedores conocidos como pterobranquios.Los pterobranquios forman parte de un grupo llamado de los hemicordados, junto con otro grupo de animales marinos llamados gusanos enteropneustos o lombrices de bellota. Pero mientras los pterobranquios son pequeños y permanecen en un lugar, se alimentan por filtración en colonias de gusanos tubo del fondo marino, los solitarios bellota se mueven en madrigueras y se alimentan de materia orgánica que se desplaza hacia el fondo del océano. Los gusanos de bellota varían en tamaño desde unos pocos milímetros a unos pocos metros de largo.
Una conexión entre vecinos
Los vínculos entre estos dos grupos son misteriosos, pero ahora los científicos del Museo Real de Ontario, la Universidad de Cambridge y la Universidad de Montreal dicen que pueden haber encontrado la conexión en el esquisto de Burgess. Esta formación en las Montañas Rocosas canadienses tiene fósiles del Cámbrico medio, hace alrededor de 505 millones de años.
Anteriormente, los más antiguos gusanos bellota, o enteropneustos, se remontaban a unos 300 millones de años, dijo el investigador Jean-Bernard Caron, conservador de paleontología de invertebrados en el Museo Real de Ontario en Toronto. Pero los enteropneustos de 505 millones de años de edad, encontrados por Burgess son mucho más antiguos que eso.
De hecho, el espécimen, ahora llamado Spartobranchus tenuis, es uno de los fósiles más comunes que se encuentran en el esquisto de Burgess, dijo Caron. Fue el paleontólogo Charles Walcott de la Smithsonian Institution quien primero reportó el hallazgo de los gusanos en 1911.
"Él sólo escribió tres líneas sobre este gusano", dijo Caron. "No estaba seguro de lo que era. Y en el fondo no se hizo nada desde entonces".
Un antepasado agusanado
Caron y sus colegas analizaron 9.000 ejemplares del gusano, no es tarea fácil dijo Caron, porque en muchos casos las partes de los fósiles que contienen las principales características anatómicas estaban desaparecidas o cubierta por los cuerpos de otros gusanos fosilizados.
La criatura creció a alrededor de 4 pulgadas (10 centímetros) de largo y tenía una forma de cuerpo fálico (no muy diferente a los modernos gusanos de bellota) forrado con agallas. Pero lo más importante, es que se ha encontrado fosilizado con una estructura de tubo aproximadamente el 25 por ciento del tiempo, como un pterobranquio moderno.
"Son como los gusanos enteropneustos, pero viven en tubos, que son muy ramificados y muy rígidos", dijo Caron. "Creemos que es a partir de un tubo de este tipo que han evolucionado los tubos pterobranquios modernos (abajo)".
El hallazgo aclara un misterio acerca de si los modernos hemicordados de hoy comenzaron como gusanos que viven en tubo, o como excavadores móviles.
"Por primera vez, el registro fósil ha hablado con una voz que es más o menos ambigua", escribió el editor de Nature Henry Gee en un comentario que acompaña al estudio.
El descubrimiento también aclara algo sobre el origen de los cordados, un grupo de animales con médulas espinales que incluye a los vertebrados tales como seres humanos, dijo Caron. Hemicordados, cordados y equinodermos, como estrellas y erizos de mar, todos tenían un antepasado común con hendiduras branquiales, dijo Caron.
"Creemos que es posible que el ancestro común de los tres grupos fuese este gusano", dijo Caron.
Artículos científicos:
Tubicolous enteropneusts from the Cambrian period
Palaeontology: Tubular worms from the Burgess Shale
Enlace: Royal Ontario Museum