Después de 70 años, finalmente ha sido identificado correctamente un misterioso fósil
El calamar más viejo en el registro fósil resultó ser un pez.
Un artículo en el Journal of Paleontology aborda la identificación correcta de un fósil desenterrado en el estado estadounidense de Kansas hace unos 70 años. El fósil ha sido mal identificado dos veces, y por lo tanto sirve como una demostración de la visión del túnel que a veces puede surgir cuando los investigadores profundizan en sus propios angostos campos.
El espécimen fue examinado por primera vez en 1948 por un par de paleobotánicos estadounidenses. Al observar los aproximadamente 45 centímetros por 25 centímetros de roca se sintieron seguros al identificar placas hexagonales y filamentos filiformes y concluyeron que lo que estaban viendo era un ejemplo de algas fosilizadas. Lo llamaron Platylithophycus cretaceus.
Esta clasificación fue desafiada en 1968 cuando otros dos investigadores, especialistas en cefalópodos, compararon las estrías en la superficie con las de la sepia moderna y declararon que el fósil era un calamar, en ese momento, el más antiguo jamás descubierto.
Y así estaban las cosas, tal vez un poco incómodas, hasta que Allison Bronson y John Maily del Museo Americano de Historia Natural optaron por echar otro vistazo a la evidencia de hace 85 millones de años. Lo primero que hicieron los dos fue realizar una prueba para determinar exactamente de qué estaban hechos los restos fósiles. Sorprendentemente, ni los paleobotánicos ni los especialistas en cefalópodos habían hecho tal cosa.
Al aplicar a la muestra un poco de ácido diluido, Bronson y Maily descubrieron rápidamente que los restos estaban hechos de fosfato de calcio. Los fósiles de calamar y algas, por el contrario, estarían hechos de carbonato de calcio.
Con esta información en la mano, la pareja usó luego una combinación de inspección visual en espacios cerrados y microscopía electrónica de barrido para estudiar las estructuras descritas anteriormente. Las placas hexagonales, determinaron, eran cartílagos calcificados teselados, y los filamentos eran probablemente arcos branquiales.
Parece ser que Platylithophycus cretaceus era un pez, estrechamente relacionado con los actuales tiburones y rayas.
"En la historia paleontológica hay muchos ejemplos de taxones extraviados temporalmente, incluidos helechos que alguna vez se consideraron esponjas y dientes de pez pulmonado que se pensaba que eran hongos", dice Bronson.
"En este caso, la identificación errónea no ocurrió debido a la falta de tecnología en ese momento: los científicos familiarizados con la estructura del cartílago podrían ver fácilmente que se trataba de un pez condrictio. Los investigadores usaron argumentos razonables para sus interpretaciones, pero no miraron fuera de sus propios campos".
Los investigadores especulan que el fósil puede ser de una especie similar a una manta raya moderna, pero debido a que no contiene dientes u otras características necesarias para hacer una identificación definitiva, no puede ser renombrado formalmente. El pez, por lo tanto, cualquiera que haya sido alguna vez, siempre llevará el nombre de una planta.
Artículo científico: Resolving the identity of Platylithophycus, an enigmatic fossil from the Niobrara Chalk (Upper Cretaceous, Coniacian–Campanian)
