Reconstrucción de un cráneo revela un descubrimiento muy poco usual
Paleontólogos australianos han reconstruido un par de cráneos fósiles fragmentados de 400 millones de años e hicieron un notable descubrimiento.
"Era un pez extraño", dice Benedict King, ex miembro de la Universidad Flinders en el sur de Australia y ahora con sede en el Naturalis Biodiversity Center en Leiden en los Países Bajos.
Las piezas fósiles se encontraron originalmente en la década de 1980, pero no se habían vuelto a ensamblar hasta ahora. Los pedazos se encontraron en piedra caliza cerca del lago Burrinjuck en Nueva Gales del Sur, una zona conocida por contener los restos de unas 70 especies de los peces de arrecife más antiguos del mundo.
Ninguno de los descubiertos hasta la fecha, sin embargo, se parecía a este.
"Los ojos estaban en la parte superior de la cabeza y las fosas nasales salían de las cuencas", dice King. "Tenía un largo hocico, y las mandíbulas se situaban muy adelante".
De hecho, la cabeza del pez parecía casualmente no muy diferente a la de otra rareza australiana mucho más famosa: el monotrema u ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus). El parecido le ha valido a la especie fósil el apodo de "platyfish".
Su nombre formal, sin embargo, es Brindabellaspis stensioi, el género que hace referencia a la Cordillera Brindabella, una característica montañosa no lejos de donde se encontraron los fragmentos.
Al examinar el cráneo, King y sus colegas pudieron identificar otra rara característica: una especie de sensor de presión en el hocico, una forma modificada que se encuentra en una gran variedad de peces modernos.
Esto, junto con la forma del cráneo, lleva a los investigadores a inferir que el Brindabellaspis compartió algo más que apariencia con el mamífero monotrema.
"Sospechamos que este animal era un habitante del fondo", dice el coautor John Long. "Imaginamos que utilizó el hocico para buscar presas, algo así como un ornitorrinco, mientras que los ojos en la parte superior de la cabeza observaban el peligro que llegaba desde arriba".
"Brindabellaspis es uno de los placodermos más importantes debido a su excelente conservación, por lo que esta nueva información sobre su anatomía es crucial para descifrar las relaciones filogenéticas de los primeros vertebrados con mandíbula", dice King.
"A pesar de ser uno de los ecosistemas más antiguos conocidos, incluidas muchas especies de peces, los habitantes de este antiguo arrecife claramente no eran de ninguna manera primitivos", dice el profesor Long. "Los nuevos hallazgos muestran que estaban altamente adaptados y especializados por derecho propio".
Una serie de recientes descubrimientos del sitio fósil del lago Burrinjuck han incluido evidencia de electrorecepción, nueva información sobre la evolución de las mandíbulas y un pequeño cráneo que cierra la brecha entre las dos principales divisiones de peces óseos.
La investigación se publica en la revista Royal Society Open Science: New information on Brindabellaspis stensioi Young, 1980, highlights morphological disparity in Early Devonian placoderms