El ostrácodo Spiricopia aurita vivió hace 430 millones de años
Un equipo internacional de científicos de Leicester, Yale, Oxford y Londres descubrió diminuto un crustáceo, excepcionalmente bien conservado, en rocas de hace 430 millones de años en Herefordshire, Reino Unido. El fósil es una nueva especie de ostrácodo, un pariente de cangrejos y camarones, y tiene apenas unos milímetros de largo.
Este particular fósil preserva no solo la dura cáscara del animal sino también sus extremidades, ojos, tripas y branquias. Los ejemplos de preservación excepcional en ostrácodos, en los cuales las partes blandas también se conservan en el registro fósil, son extremadamente raros. El sistema respiratorio incluye cinco pares de branquias con canales que en la vida transmitían fluidos esenciales. La implicación es que probablemente ha evolucionado un corazón en representantes de este extendido grupo de micro-crustáceos hace al menos 430 millones de años.
El espécimen ha recibido el nombre de Spiricopia aurita, de las palabras latinas para 'aliento de vida', 'abundancia' y 'oídos'.
El profesor David Siveter, de la Escuela de Geografía, Geología y Medio Ambiente de la Universidad de Leicester, dijo: "Este es un hallazgo emocionante y poco frecuente, en el que se conservan las partes blandas del animal y su caparazón. En casi todos los casos, tales estructuras carnosas son negadas al registro fósil. Nos abre una tentadora ventana a la paleobiología del animal y proporciona conocimientos sobre importantes sistemas de órganos y actividades metabólicas asociadas en lo que es un grupo generalizado de artrópodos vivos y fósiles".
Vivía en un mar que cubría gran parte del sur de Gran Bretaña y más allá durante el período Silúrico (hace unos 443-420 millones de años). Una afluencia de ceniza volcánica sepultó a los animales que vivían allí y se fosilizaron y conservaron intactos dentro de duros nódulos calcáreos.
El fósil se recuperó de su roca anfitriona mediante una técnica de reconstrucción digital que consiste en triturar el fósil y la roca reales, capa por capa en delgadas obleas, y luego producir un fósil virtual.
La investigación ha sido publicada en la revista Royal Society Biology Letters: A well-preserved respiratory system in a Silurian ostracod