Puede provocar un replanteamiento del nivel de oxigenación en los antiguos océanos
Gusanos prehistóricos poblaron el lecho marino hace 500 millones de años, evidenciando que la vida estaba activa en un entorno que hasta ahora se creía que era inhabitable, según lo demuestra una investigación de la Universidad de Saskatchewan (USask).
Se pensaba que durante el período Cámbrico el lecho marino en las profundidades del océano era inhóspito para la vida animal porque carecía de suficiente oxígeno para sostenerla.
Pero la investigación, publicada en la revista científica Geology, revela la existencia de túneles fosilizados de gusanos que datan del período Cámbrico, 270 millones de años antes de la evolución de los dinosaurios.
El descubrimiento, realizado por el profesor de USask, Brian Pratt, sugiere que en ese momento la vida animal en el sedimento estaba más extendida de lo que se pensaba anteriormente.
Los túneles de gusanos, que son madrigueras donde los gusanos vivían y masticaban a través del sedimento, son invisibles a simple vista. Pero Pratt "tuvo una corazonada", cortó las rocas y las examinó para ver si revelaban signos de vida antigua.
Las rocas provenían de un área en las remotas montañas Mackenzie de los Territorios del Noroeste en Canadá que Pratt encontró hace 35 años.
Luego, Pratt mejoró digitalmente las imágenes de la superficie de la roca para poder examinarlas más de cerca. Sólo entonces surgió en la roca la "autopista" oculta de madrigueras de diferentes tamaños y tipos de gusanos prehistóricos.
Algunas tenían apenas un milímetro de tamaño y otras tan grandes como un dedo. Las más pequeñas probablemente fueron hechas por poliquetos simples, o gusanos de cerdas, pero una de las formas grandes fue un depredador que atacó a los desprevenidos artrópodos y gusanos que habitaban en la superficie.
Pratt dijo que estaba "sorprendido" por el inesperado descubrimiento.
"Por primera vez, vimos evidencia de grandes poblaciones de gusanos que vivían en el sedimento, que se pensó que era estéril", dijo. "Había túneles de gusanos, madrigueras, en el lodo de la plataforma continental hace 500 millones de años, y más animales reelaborando, o bioturbando, el lecho marino de lo que nadie haya pensado".
Pratt, geólogo y paleontólogo y miembro de la Sociedad Geológica de América, encontró los túneles en rocas sedimentarias que son similares a Burgess Shale, un famoso depósito de fósiles en las Montañas Rocosas canadienses.
El descubrimiento puede provocar un replanteamiento del nivel de oxigenación en los antiguos océanos y plataformas continentales.
El período Cámbrico experimentó una explosión de vida en los océanos de la Tierra y el desarrollo de organismos multicelulares, incluidos gusanos prehistóricos, almejas, caracoles y ancestros de cangrejos y langostas. Anteriormente, los mares estaban habitados por microbios y algas simples unicelulares.
Siempre se ha asumido que las criaturas de Burgess Shale, conocido por la riqueza de sus fósiles, se habían conservado tan inmaculadas porque la falta de oxígeno en el fondo del mar detuvo la descomposición, y porque en el lodo no vivían animales para comerse los cadáveres.
El descubrimiento de Pratt, junto con el coautor Julien Kimmig, ahora de la Universidad de Kansas, muestra que en el lecho marino había suficiente oxígeno para sostener varios tipos de gusanos.
"La serendipia es un aspecto común en mi tipo de investigación", dijo Pratt. "Hace muchos años encontré estas poco usuales rocas por accidente. En una corazonada preparé un montón de muestras y cuando realzé las imágenes, me sorprendió realmente lo que encontré", dijo.
"Esto tiene muchas implicaciones que ahora será necesario investigar, no solo en las lutitas del Cámbrico, sino también en las rocas más jóvenes. La gente debería probar la misma técnica para ver si revela signos de vida en sus muestras".
Artículo científico: Extensive bioturbation in a middle Cambrian Burgess Shale–type fossil Lagerstätte in northwestern Canada