El ecosistema marino tardó un millón de años en volver a los niveles anteriores a la extinción
Un nuevo estudio muestra cómo regresó la vida marina alrededor de la Antártida después del evento de extinción que acabó con los dinosaurios.
Un equipo liderado por el British Antarctic Survey estudió algo menos de 3.000 fósiles marinos recolectados en la Antártida para comprender cómo se recuperó la vida en el fondo marino después de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg) hace 66 millones de años. Revelan que el ecosistema marino tardó un millón de años en volver a los niveles anteriores a la extinción.
La extinción K-Pg eliminó a alrededor del 60% de las especies marinas en la Antártida y el 75% de las especies en todo el mundo. Las víctimas de la extinción fueron los dinosaurios y las amonitas.
Fue causada por el impacto de un asteroide de 10 km en la península de Yucatán, México, y ocurrió durante un período en el que la Tierra estaba experimentando inestabilidad ambiental debido a un importante episodio volcánico. El rápido cambio climático, la oscuridad global y el colapso de las cadenas alimentarias afectaron la vida en todo el mundo.
La extinción K-Pg cambió fundamentalmente la historia evolutiva de la vida en la Tierra. La mayoría de los grupos de animales que dominan los modernos ecosistemas de hoy, como los mamíferos, pueden rastrear las raíces de su éxito actual hasta las consecuencias de este evento de extinción.
Un equipo de científicos del British Antarctic Survey, la Universidad de Nuevo México y el Geological Survey of Denmark & Greenland muestran que en la Antártida, durante más de 320.000 años después de la extinción, solo dominaban el ambiente del fondo marino antártico las almejas y los caracoles. Luego, llevó un millón de años para que se recuperara la cantidad de especies a los niveles anteriores a la extinción.
El Dr. Rowan Whittle, un paleontólogo del British Antarctic Survey, dice:
“Este estudio nos brinda una prueba más de cómo puede afectar el rápido cambio ambiental la evolución de la vida. Nuestros resultados muestran un vínculo claro en el momento de la recuperación animal y la recuperación de los sistemas de la Tierra".
El Dr. James Witts, un paleontólogo de la Universidad de Nuevo México, dice:
"Nuestro descubrimiento muestra que los efectos de la extinción K-Pg fueron verdaderamente globales, y que incluso los ecosistemas antárticos, donde los animales se adaptaron a los cambios ambientales en latitudes altas, como los cambios estacionales en la luz y el suministro de alimentos, fueron afectados por cientos de miles de años después del evento de extinción".
Los resultados se publicaron el 19 de junio de 2019 en la revista Palaeontology: Nature and timing of biotic recovery in Antarctic benthic marine ecosystems following the Cretaceous–Palaeogene mass extinction