Es el huevo de cáscara blanda más grande jamás visto
Finalmente se ha identificado un extraño fósil descubierto en la Antártida hace casi una década. Investigadores de la Universidad de Austin en Texas han determinado que el objeto es un huevo gigante de cáscara blanda, muy probablemente puesto por un antiguo reptil marino.
Desde su descubrimiento en 2011, este extraño fósil ha permanecido sin examinar en los cuartos traseros del Museo Nacional de Historia Natural de Chile. Parece una pelota de fútbol aplastada, que mide más de 11 pulgadas (27,9 cm) de largo y 7 pulgadas (17,8 cm) de ancho.
Imagen: Un diagrama que muestra el huevo fósil, sus partes y tamaño en relación con un humano adulto. El huevo gigante tiene una cáscara blanda. Esto se muestra en gris oscuro en el dibujo, con flechas apuntando a sus pliegues y el sedimento circundante se muestra en gris claro.
Pero ahora, el equipo de UT Austin finalmente le dio una mirada al asunto y descubrió que probablemente sean los restos de un huevo de cáscara blanda, después de que la cría se haya liberado. Las capas de membranas vistas bajo el microscopio fueron una revelación.
Pero no es un huevo cualquiera: este es el segundo huevo más grande de cualquier animal conocido, vivo o muerto, y el huevo de cáscara blanda más grande jamás visto. Se remonta a hace unos 66 millones de años, justo antes de que se extinguieran los dinosaurios.
"Es de un animal del tamaño de un dinosaurio grande, pero es completamente diferente a un huevo de dinosaurio", dice Lucas Legendre, autor principal del estudio. "Es muy similar a los huevos de lagartos y serpientes, pero es de un pariente verdaderamente gigante de estos animales".
El culpable más probable, según los investigadores, es un extinto reptil marino llamado mosasaurio. Puedes recordarlo como la gigantesca bestia acuática que presenta un espectáculo de ballenas en la película Jurassic World.
Imagen: Interpretación artística de un mosasaurio, un reptil marino extinto que los científicos creen que pudo haber puesto el huevo. Se muestra un mosasaurio adulto junto al huevo y una cría.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de comparar el tamaño relativo del cuerpo y los huevos de 259 reptiles vivos. A juzgar por el tamaño de este huevo, los investigadores calcularon que el reptil que lo puso debía haber tenido más de 23 pies (7 m) de largo, sin incluir la cola.
Un mosasaurio cumple los requisitos, tanto por su tamaño como por su relación con las criaturas vivientes que ponen tipos de huevos similares. Eso está respaldado por el descubrimiento de huesos fosilizados de mosasaurios y plesiosaurios bebés y adultos, que se encuentran en la misma formación rocosa antártica que el huevo.
"Muchos autores han planteado la hipótesis de que este era un tipo de vivero con aguas poco profundas protegidas, un entorno de ensenada donde los jóvenes habrían tenido un entorno tranquilo para crecer", dice Legendre.
Pero hay un problema: el pensamiento convencional dice que los mosasaurios, y la mayoría de los antiguos reptiles marinos gigantes, dieron a luz crías vivas. Se requerirá más evidencia para determinar si este huevo realmente muestra lo contrario.
La investigación fue publicada en la revista Nature: A giant soft-shelled egg from the Late Cretaceous of Antarctica
