Los Namacalathus se asemejan a un alfiler sujeto a un tallo corto
Fósiles notablemente bien conservados están ayudando a los científicos a desentrañar un misterio que desconcertó a Charles Darwin sobre los orígenes de los primeros animales.
El análisis de los restos de hace 547 millones de años ha permitido a los investigadores rastrear más atrás que nunca la ascendencia de algunos de los primeros animales del mundo.
Su estudio ha descubierto el primer vínculo conocido entre los animales que evolucionaron durante la llamada Explosión Cámbrica hace unos 540 millones de años y uno de sus primeros ancestros.
Hasta hace poco, se sabía poco sobre los orígenes de los animales que evolucionaron durante el evento Cámbrico debido a la falta de evidencia fósil bien conservada.
Los misteriosos orígenes de los animales que evolucionaron en este momento, cuando aumentó rápidamente la diversidad de la vida en la Tierra, dando lugar a casi todos los grupos de animales de hoy en día, desconcertaron al naturalista del siglo XIX Charles Darwin. A menudo se lo conoce como el dilema de Darwin.
Antes del nuevo estudio, había resultado difícil rastrear vínculos con animales anteriores porque sus tejidos blandos, que proporcionan pistas vitales sobre la ascendencia de los animales, casi siempre se descomponen con el tiempo.
Durante el trabajo de campo en Namibia, científicos de la Universidad de Edimburgo desenterraron los restos fósiles de diminutos animales, conocidos como Namacalathus, que se asemejan a un alfiler sujeto a un tallo corto.
Utilizando una técnica de imágenes de rayos X, el equipo encontró algunos de los tejidos blandos de los animales inmaculadamente conservados dentro de los fósiles por un mineral metálico llamado pirita. Hasta ahora, los científicos solo habían identificado restos esqueléticos de Namacalathus.
El estudio de los tejidos blandos y su comparación con los de los animales que evolucionaron más tarde reveló que Namacalathus fue un antepasado temprano de las especies que aparecieron durante la Explosión Cámbrica. Entre ellas se encuentran tipos de gusanos y moluscos prehistóricos.
El estudio fue financiado por el Natural Environment Research Council. El trabajo también involucró a un investigador de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, Rusia.
La profesora Rachel Wood, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, dijo: "Estos son fósiles excepcionales, que nos dan una idea de la afinidad biológica de algunos de los animales más antiguos. Nos ayudan a rastrear las raíces de la explosión cámbrica y el origen de los modernos grupos animales. Tal preservación abre muchas nuevas vías de investigación en la historia de la vida que antes no eran posibles".
La investigación se ha publicado en la revista Science Advances: Ediacaran metazoan reveals lophotrochozoan affinity and deepens root of Cambrian Explosion