
El escocés Gregor MacGregor engañó tanto a la ciudadanía como a la élite financiera
A principios del siglo XIX, un soldado escocés llamado Gregor MacGregor llevó a cabo uno de los fraudes más audaces de la historia.
MacGregor, que se autodenominaba “Cazique” o príncipe de una nación centroamericana ficticia, aprovechó el febril interés de la época por las oportunidades coloniales y la inversión extranjera para convencer a cientos de personas a invertir e incluso emigrar a un país que no existía.