
Nuevas pruebas de un derramamiento de sangre de hace 400 años en una remota isla australiana
Sabía que el esqueleto perdido estaba aquí. En algún lugar. Era 2014 y Daniel Franklin, antropólogo forense de la Universidad de Australia Occidental, estaba en Beacon Island, una pequeña porción de tierra frente a la costa occidental de Australia. Los restos que buscaba pertenecían a un viajero que, en 1628, abordó el Batavia, uno de los barcos más desafortunados de la historia.